lunes, 7 de diciembre de 2015

1x14: Ramírez trepa por Chile



Ramírez, Manríquez y el conscripto Vargas llegaron a San Pedro de Atacama. Decidieron dejar tirada la camioneta a unos kilómetros de la entrada, para no levantar sospechas, y caminar hasta el pueblo mismo. La idea era tomar un bus a Calama y, desde allí, ver cómo ir acercándose a Santiago.
R07: ¿cuál es su idea, teniente?
Tte. R: primero, salir de este pueblucho hippiento lo antes posible. En Calama podremos movernos mejor
SO5: permiso para hablar con usted, mi teniente
Tte. R: te escucho, Vargas
SO5: cuando lleguemos a Calama, yo quiero ver si puedo volver a Mejillones, tengo una tía allá y me puede esconder un rato, mi teniente
Tte. R: ¿es de confianza?
SO5: es mi madrina, me escondía todas las cagadas cuando chico, mi teniente
Tte. R: (resignado) sí, no hay problemas
En la oficina de Tur Bus, deciden comprar los pasajes por separado, pero con la precaución de que Ramírez y Manríquez viajen relativamente cerca uno del otro. Al final, logran comprar los pasajes en un bus de dos pisos con rumbo a La Serena, los dos en pasillo, por si llegase a ser necesario salir arrancando antes. Este bus sale en dos horas más, dándoles algo de tiempo para pasear por la ciudad. En el caso de Vargas, logró conseguir un pasaje a Mejillones, el que sale en veinte minutos más, acelerando la despedida del grupo.
SO5: (abraza a Ramírez) gracias mi teniente, gracias por todo
Tte. R: cuídate por favor Vargas, no quiero que te atrapen
SO5: a su orden, mi teniente.
R07: (le da la mano a Vargas) gracias por todo, por la comida, y por no tratarme mal durante el secuestro
SO5: no podría haberlo hecho tampoco, no es mi forma de hacer las cosas
Al rato, llega el bus rumbo a Mejillones, y Vargas toma su bolso y marcha. Por ahora, quedan Rafael y Arturo mirándose las caras
Tte. R: oye, ¿vamos al mall?
R07: (lo mira feo) ¿y con qué plata?
Tte. R: (saca de su bolsillo un fajo de billetes) mi hermanito me debía varias de cuando chico, así que aproveché el momento…
R07: (sorprendido) ¿se lo robó?
Tte. R: (se jacta) no, no es un robo. Es una recuperación de algo que me pertenecía. Vamos rápido al mall, para aprovechar de comprar algo para comer. Tenemos un largo viaje
R07: ¿y cuál es su idea, teniente?
Tte. R: por el momento, llegar a La Serena. Allí, en micro, partir a Coquimbo y tomar allí un bus rumbo a Santiago. Mientras menos lógicos seamos, más difícil va a ser para ellos detectar nuestra ubicación. Ya, menos preguntas y vamos al mall
Al final, se van caminando hasta el Mall Plaza Calama, donde pasan a las tiendas por departamento a comprar ropa de recambio, sobre todo ropa interior. Ahí, ya Ramírez cambia un poco la apariencia de hippie, comprando zapatillas y un buzo. También, Rafael se compra camisas y shorts, pareciendo turista gringo. Además, compran lentes oscuros baratos en un puesto al paso y algo de comida, ya que aún andan con hambre acumulada post secuestro.
Luego de una hora en el centro comercial, se arrancan de vuelta a las oficinas de Tur Bus en la avenida Granaderos, para abordar el bus hacia la región de Coquimbo. Extrañamente, el bus sale puntualmente rumbo al sur, así que Ramírez y Manríquez ya se encuentran camino a su libertad. Por ahora.
Pasan casi 18 horas de viaje, y después de atravesar gran parte del desierto, sienten que el bus se detiene pasado Vallenar, donde es detenido por un control policial. En ese momento, Ramírez y Manríquez se ponen en estado de alerta, tomando sus bolsos en la mano, por si llegase a ser necesario arrancar. Estaban en eso, cuando un efectivo de carabineros sube al segundo piso del bus, y empieza a buscar asiento por asiento. Ese momento lo aprovecha Ramírez para taparse la cara con una frazada, haciéndose el dormido, lo que es detectado por el policía.
CAR01: (acercándose al asiento de Ramírez) ¿usted? ¿por qué se tapa?
Ramírez baja tímidamente la frazada, sólo dejando ver sus ojos
CAR01: esto es un control rutinario, ¿su carnet por favor?
Tte. R: (hablando muy bajo) no lo tengo, mi cabo. Me lo robaron en Calama
CAR01: ¿y puso la constancia en la comisaría?
Tte. R: no alcancé mi cabo, tenía que viajar rápido
CAR01: ¿dónde viaja?
Tte. R: voy a Illapel, a ver a mi tía Jacinta
CAR01: ¿Jacinta cuánto?
Tte. R: (empieza a pensar) Jacinta González, es de Illapel, pero hace tiempo no la veo
CAR01: (intenta identificarlo) le solicitaría que, por favor, nos acompañara
Tte. R: (pálido, perdiendo toda la seguridad) ¿d-d-d-dónde?
CAR01: si no tiene su cédula, tendremos que validar su identidad, por favor, acompáñenos al carro policial
Tte. R: (se para de su butaca y se acerca a Rafael) espérame en La Serena. No te muevas de ahí (le pasa unos billetes)
R07: entendido mi te…
Tte. R: (lo hace callar) shhhht!, estaré bien. Demoraré un poco pero estaré bien.
Ramírez baja del bus escoltado por un cabo, mientras abajo, otro policía, en moto, lo esperaba. La máquina empezó a moverse, y Rafael miraba por la ventana el procedimiento policial.
CAR01: (a Ramírez) así que sin los documentos, tiene su número de carnet?
Tte. R: (pensando cómo salir de esta) emm, sí, se lo doy
CAR02: (sacándose el casco, dejándolo sobre la moto) usted me parece cara conocida, señor
Tte. R: (empieza a mirar al segundo carabinero) ¿sí?
CAR02: (lo mira feo) sí, usted tiene pinta de los típicos narcotraficantes que traen droga desde Bolivia
Tte. R: (se ríe por dentro) ¿lo dice por mi pinta de chamán de secta?
CAR02: (molesto) no se haga el chistosito
Tte. R: (lo pilla desprevenido, haciéndole una llave y aturdiéndolo) no le hago a esas cosas, mi religión me lo prohíbe.
En eso, toma unos pedazos de género que tenía guardados en los bolsillos, y aprovecha de amordazar al policía, quitándole el arma de servicio. Empieza a caminar en dirección al auto, donde le coloca la pistola en la sien al otro carabinero, quien estaba concentrado en su computador.
CAR01: ya, menos bla bla, necesito su RUT
Tte. R: (pasa una bala) ya, 16 millones, 835 mil, 308…
CAR01: (revisando en el computador) usted es… ¿Arturo Ramírez? (en eso, el carabinero se da vuelta y se encuentra con Ramírez apuntándolo en la cara, con el arma del otro carabinero)
Tte. R: mucho gusto cabo… teniente Arturo Ramírez para servirle.
CAR01: (tembloroso) ¿y mi compañero?
Tte. R: (con cara de psicópata) estará en un mejor lugar
Acto seguido, toma el arma y le dispara a los neumáticos del auto, para atemorizar al policía
CAR01: (se asusta con los tiros) ya, ya, mi teniente, ya, ¿qué quiere?
Tte. R: nada, sólo esto (toma las llaves de la moto y el casco). Y no intenten buscarme
CAR01: (intenta sacar su arma de servicio, pero se le cae en el intento) no-no-no lo haremos mi te-te-te-teniente
Tte. R: eso espero, y parece que reprobaste el curso de Tiro. Hasta nunca.
Ramírez sale caminando de espaldas, apuntando al cabo en todo momento, aborda la moto, la enciende, se coloca el casco y arranca lejos.
CAR01: (se desespera y sale del vehículo) cabo Magaña, ¿está bien?
Magaña se encontraba tirado a la orilla de la carretera, con la cara tapada en tierra, y el cabo Guerra le saca el pañuelo de la boca)
CAR02: (tosiendo) ¿Dónde está este hijo de puta?
CAR01: lo perdimos, Magaña
CAR02: ¿y mi moto?
CAR01: se fue con ella, Magaña
CAR02: (se lamenta) puta la weá, Guerra, puta la weá.
CAR01: escuché disparos, pensé que te habían matado
CAR02: no, por suerte no, pero mira los neumáticos del auto
El cabo Guerra mira el auto y empieza a gritar y llorar por todos lados.
Sí, se les volvió a escapar el oficial prófugo y, más encima, en vehículo policial.
Mientras la máquina de Tur Bus avanzaba acercándose a Vallenar, Rafael mira por la ventana, como buscando respuesta sobre su futuro, cuando observa una moto policial avanzar a toda velocidad. Intenta afinar la vista, cuando se da cuenta quién venía en la moto
R07: ¿el teniente Ramírez? ¡Es él!
Ramírez levanta el brazo hacia el bus, saludando a Rafael cuando logra identificarlo, y haciéndole el gesto de que se encontrarían en La Serena, y avanza a toda velocidad, perdiéndose de vista.


Por fin, Rafael logra bajarse del bus, en pleno terminal de La Serena. Mira para todos lados, para ver si identifica a algún rostro familiar. Al no tener a ningún conocido, partió al mall Plaza La Serena, a ver si podía comer algo. Camino al lugar, alguien le toca el hombro. Rafael se asusta, pero observa a Ramírez, con otra ropa y lentes oscuros.
R07: (se emociona) ¿y tú?
Tte. R: (lo abraza) estás bien, ¡qué alivio!
R07: ¿y la moto?
Tte. R: ahí, afuera de la comisaría de La Serena. La dejé tirada ahí, y me fui. Te tengo una sorpresa (saca de su bolsillo unos pasajes), en un rato más, nos vamos a Santiago
R07: (sorprendido) ¿a qué hora?
Tte. R: una hora más. Vamos a comer algo al patio de comidas, y ahí nos largamos de vuelta al terminal.
R07: ¿y no lo persiguieron, teniente?
Tte. R: no pudieron. Me encargué que les costara reaccionar.
R07: ¿y qué les hizo?
Tte. R: soy comando, tengo mis métodos. Pero, salvo algo de susto y de sorpresa, nada malo.
R07: gracias por salvarme de nuevo
Tte. R: (serio) es mi deber, no me agradezcas tanto. Y apura la causa, que tenemos aún un par de horas de viaje
Ramírez y Manríquez suben al patio de comidas, se engullen un par de pizzas y salen, con bebida en mano, rumbo al terminal. Ahí, otra máquina de Tur Bus los estaba esperando, para poder acercarse a la capital. Abordan el bus, y salen raúdos de la ciudad. Luego de dos horas de viaje y mientras seguían durmiendo, el bus volvió a parar, recién pasando el límite de la IV con al V Región.
Tte. R: (despertando) ¿qué pasó?
R07: no sé (mira por la ventana), mire teniente, mire! (le indica)
Se asoma, y ve que hay un control militar en la carretera unos 200 metros más adelante. Obviamente, hay algo de congestión por el bloqueo de la circulación, y eso hace pensar a Ramírez.
Tte. R: nos están buscando, Manríquez
R07: ¿y dónde estamos?
Tte. R: (por la ventana, identifica el lugar) estamos en Pichicuy
R07: (igual de colgado) ¿dónde mierda es eso?
Tte. R: (preocupado) al norte de La Ligua. Conozco bien este lugar. Me vine de “vacaciones forzadas” varias veces acá. Creo hasta haber comido tierra de este sitio.
R07: ¿y qué hacemos?
Tte. R: atento a mis instrucciones. No decidas nada, sólo hazme caso.
Debido al taco, eso le daba algún margen de acción al oficial y el fugitivo, por lo cual, Ramírez se para, le hace un gesto a Rafael, y se bajan del bus, aprovechando que el conductor había abierto las puertas. Al fondo, se veía el cruce de Pichicuy, y una especie de puesto de control, cortando la Ruta 5. Viendo esta escena, Ramírez cruza rápido la Panamericana, y por la vereda opuesta, camina cuidadosamente por la orilla de la carretera. En un punto de la berma, observa que el alambre púa que cercaba el terreno colindante, estaba cortado. Se aprovecha de esta situación, y se mete a dicho espacio, justo al costado de un letrero que dice “Prohibido el paso, recinto militar”. Rafael lo sigue, y es ayudado con cuidado para no engancharse en la cerca.
R07: ¿y qué hacemos ahora?
Tte. R: mira hacia el fondo (le muestra el “punto de control”). Este terreno atraviesa dicho punto, por lo cual, podremos cruzar hacia el otro lado, y retomar el viaje unos kilómetros más allá.
R07: ¿y podemos pasar?
Tte. R: es la idea. Eso sí, vamos a tener que caminar bastante.
R07: no me complica. ¿Tenemos agua?
Tte. R: (saca de su bolso una botella de 1,5L) sí, pero hay que hacerla cundir. Y sobre la comida… (Rafael lo interrumpe)
R07: (saca del bolsillo unas barras de Snickers) esto nos va a servir
Tte. R: guárdalas bien. Sígueme
Ramírez y Rafael caminan, a paso rápido, y a campo traviesa por el recinto militar, con tal de esquivar los controles o a cualquier guardia. Lo hacen en diagonal a la carretera, avanzando hacia el sur, pero lo más lejos posible de la Ruta 5, para no levantar sospechas. Caminan esquivando ramas, piedras, árboles, pero el problema es cuando se cruzan con una quebrada y una bajada bastante pronunciada.
Tte. R: (dando instrucciones) acá nos va a costar un poco, pero se puede atravesar. Harto cuidado y ojos bien abiertos.
Se mueven sigilosos, con mucho cuidado, cuando, de repente, observan a un conscripto solitario, lamentándose
SO6: (entre medio de los árboles) puta la weá, me mandan acá, estoy terrible solo y más encima, estoy que me meo
Tte. R: (haciendo gestos) espérame aquí, yo me encargo
Ramírez, en punta y codo, empieza a avanzar sigiloso hacia donde se encontraba el soldado, quien, no podía aguantarse las ganas, y decide orinar en una orilla, cometiendo un error fatal para cualquier combatiente: deja su fusil tirado, en un costado. Esta situación es aprovechada por Ramírez, quién, sin levantar sospechas, toma el arma, y se la lleva. Cuando iba escapando del lugar, recién allí, el conscripto nota que algo le falta
SO6: ¿y mi fusil? Puta, si lo dejé aquí… ¿quién mierda me sacó el fusil?
En eso, Ramírez se levanta y lo apunta con el arma
Tte. R: (silencioso, sin sacarle el fusil de la cabeza) ssssht!, no digas nada, no digas nada, que no te conviene
SO6: (asustado) y-y-y-y
Tte. R: stop soldado, tú no has visto nada. Siéntate, y no hagas preguntas.
En eso, Ramírez pesca un pedazo de género que tenía guardado, venda los ojos del conscripto y se empieza a mover
Tte. R: tranquilito, tranquilito, si no quieres pasarlo mal, debes guardar silencio (retira el seguro del arma, sólo para asustar al soldado).
Ramírez le hace un gesto a Rafael, para que se acerque
Tte. R: (casi susurrando) camina, en esa dirección (le apunta con la mano). Yo te alcanzo un rato más. Y si ves algo, te agachas y te escondes.
R07: entendido
Tte. R: vete
Rafael camina raúdo, pero con seguridad, hacia donde le indicó Ramírez. En eso, el teniente, con el fusil al cinto, empieza a caminar, siguiendo la ruta anterior, alcanzándolo media hora más tarde.
R07: ¿todo bien?
Tte. R: sí, eso espero. Ojalá que no castiguen muy duro al pobre cabro. Eso les pasa por mandar a puros cabros chicos a hacer pega de adultos.
R07: ¿y cuál es el plan ahora?
Tte. R: por lo que me acuerdo, unos metros más allá hay otra valla con alambre de púas. Ahí se acaba el terreno del Ejército y pasamos a un terreno privado. Vamos bordeando ese alambrado, y así llegamos a la carretera, para retomar el camino.
Caminaron cerca de una hora, rápido y sin hablar, hasta que vieron la famosa cerca. Al llegar allí, se dieron cuenta de un pequeño detalle: ya no era alambre de púa, sino que un cerco eléctrico de alto voltaje.
R07: ¿y qué mierda hacemos ahora?
Tte. R: (mirando la reja y pensando) eso estoy viendo.
Estaban en eso, cuando, de repente, escuchan un grito, se dan vuelta y ven a un oficial de Ejército armado, apuntando directamente a la cabeza de Ramírez
Tte. González: ¡ALTO AHÍ, MIERDA!

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