domingo, 27 de septiembre de 2015

1x08: Operación Empanada (Parte 2)


Ignacio ya estaba instalado en la puerta del terminal de Su Bus, mirando lo que ocurría al interior. Al igual que en Red Bus, el terminal había sido clausurado, y tomado su control por conscriptos. Lo bueno, a diferencia del otro recinto, es que acá la reja es más amplia y permite mejor vista al interior. Por Whatsapp, se mandaban mensajes con Antonio y Araneda, Antonio le daba referencias del terminal (para que entendiera cada lugar).
A03: ¿logras encontrar las aceitunas?
I04: (tratando de asomarse) no, para nada (empieza a mirar al fondo del pozo de mantención, y ve conscriptos subiendo cajas a una máquina), espera un poco
A03: ¿qué ocurre?
I04: parece que le están colocando aceitunas a las empanadas. Están metiendo cajas llenas de aceitunas a las empanadas.
A03: (se preocupa) mira, yo estoy en la Amasandería, y acá hay re poco movimiento.
I04: (mirando aún) están bajando las cajas de aceitunas, pero las llevan con una mano no más
A03: (piensa) cargaron de aceitunas la empanada. No hay que dejarlas que salgan del Supermercado. No pueden llegar al público. Lograste identificar la empanada cargada?
I04: (trata de leer) no, con la noche no cacho nada
A03: (la piensa mejor, para no delatarse al pedir esta información) en la superficie de la empanada, viene, emmm, el dato de cuándo la “panadería” la “amasó”
I04: (entendiendo el concepto) listo, te leo el código de barra de la empanada
A03: dale
I04: Betarraga Frutilla Kiwi Brócoli Los Mineros
A03: (toma nota en el teléfono) BFKB33 (le escribe en Whatsapp) listo, tengo identificada la empanada
I04: ¿y, de qué te sirve?
A03: Merkén sabrá qué hacer con ese dato. Ahora, hay que estar atento si llega a salir. Lo más seguro es que la saquen mañana temprano.
I04: empanada calentita ¿y tú?
A03: acá ahora se ve algo de movimiento. También están llenando de aceitunas una empanada, pero no cacho cuál
En eso, Merkén llama a Espárrago
M01: ¿han averiguado algo?
A03: necesito que pinchen esta empanada: La Betarraga Frutilla Kiwi Brócoli de Los Mineros
M01: B-F-K-B 33. Entendido, esa es del Supermercado. ¿Qué hicieron con esa empanada?
A03: Vinagre dijo que la llenaron de aceitunas.
M01: entendido Espárrago, ¿ha pasado algo en la Amasandería?
A03: mira Merkén, ahora se ve algo de movimiento. Parece que también están llenando de aceitunas una empanada.
M01: fíjate bien cuál, porque, cuando salga del horno, vamos a poder identificarla y poder quitarle las aceitunas antes que lleguen a la boca de los clientes.
A03: comprendido Merkén, me dio hambre esta discusión
M01: luego comeremos algo, pero nada de empanadas
A03: sí, serán de queso
Espárrago observaba con atención los movimientos al interior del terminal de Alsacia, y se fijó que ya tenían cargado de “aceitunas” un bus
M01: ¿alguna novedad Espárrago?
A03: anota Merkén, la empanada Zapallo-Naranja-Quinta-Séptima-menos tres la tienen llena de aceitunas.
M01: (toma nota) ZN57… ¿menos tres?
A03: (fastidiado) Quinta Cuarta.
M01: ahora entendí. Mira la Zapallo Naranja y, si sale de la Amasandería, me avisas (corta)
Martín ya tenía identificados dos buses, la duda ahora sería el caso de Red Bus… ¿también llenarán un tercer bus? Ya era tarde, y el sueño lo derrotaba lentamente.
A03: (llamando a Ignacio) Vinagre, ¿estás ahí?
I04: sí, acá estoy Espárrago, ¿qué pasó?
A03: acá también cargaron una empanada de aceitunas.
I04: le avisaste a Merkén…
A03: sí, ya tiene pinchada la empanada.
I04: me pregunto qué pasará en la Cocina (en eso, recibe un mensaje de Araneda y se pone a leerlo) “acá rellenaron un tomate de pepitas: Charly Juliet Romeo Kilo Séptimo Nada (CJRK70)
A03: te lo traduzco: empanada llena de aceitunas: Cebolla Jengibre Rúcula Kiwi TVN Vacío
I04: entendido Espárrago. Ya parece que tienen las empanadas listas para los clientes. Avísale a Merkén
A03: sí, lo llamo de inmediato (va a tomar el teléfono y se da cuenta que, desde el terminal, empieza a ver movimiento con los camiones y conscriptos), espera, espera… algo está pasando por acá
I04: (se asoma) sí, acá igual, parece que van a sacar los camiones
A03: sí, camiones y vigilancia saliendo (en eso, llama Martín)
M01: (apurado) Espárrago, Vinagre: traten de moverse hacia la Cocina. Supe que sacarán la vigilancia desde la Amasandería y el Supermercado para infiltrar las empanadas cargadas. En la Cocina han tenido algunos problemas, así que necesito que me cuenten todo lo que pase, ¿entendido?
A03: para allá voy, Merkén
M01: y, apenas sepa algo del destino de las empanadas, les aviso, porque temo lo peor.
Antonio e Ignacio se quedan esperando que salgan los soldados y los camiones de ambos recintos. Cuando sale el camión desde Patio Recoleta, Daniela los va siguiendo. Primero, recoge a Ignacio y luego, cuando el segundo camión sale desde el depósito de Huechuraba y se junta con el primero, se junta con Antonio. Los tres parten a El Salto, donde justo los camiones ingresan al terminal.
A03: (desde el auto de Daniela) ¿y todos acá de vuelta?
I04: Araneda sólo me comentó que cargaron un bus de explosivos, al igual que en los otros.
D02: (toma su computador y empieza a revisar los datos) tengo información que mañana entregan los terminales para funcionar normalmente.
A03: (empieza a sacar cuentas) la idea es infiltrar los buses cargados a servicios normales, para que no se note cuáles son. Y, claro, en el momento menos esperado… boom.
I04: (se asusta) ¿con pasajeros?
A03: conociendo a estos tipos, no me extrañaría. Quisieron estallar un vagón del metro en plena hora y, de milagro, no hubo muertos.
I04: miren (apunta al terminal) están saliendo los camiones
M01: (llama por teléfono a Ignacio) Nacho, a tu amigo, con tu viejo celular, lo dejaron en el terminal.
I04: ¿no salieron todos?
M01: no, dejaron tres conscriptos y un mando a cargo, para asegurarse que los buses cargados salgan y nadie lo note
I04: ¿Araneda aún está adentro?
M01: así veo. Por lo menos, tenemos ojos en el terminal. Hagan algo: vayan a dormir, manténganse en el sector, y apenas tenga novedades, les aviso
I04: listo, yo me acomodo acá en el auto…
D02: (lo interrumpe) olvídalo, mi auto no es hotel
I04: (molesto) ¿y dónde entonces?
M01: (escuchando todo) Daniela, necesito que duerman por ahí, porque si sacan las máquinas, hay que tratar de evitar que provoquen una tragedia mayor
D02: (molesta) entendido, pero que le hagan una limpieza profunda a mi auto mañana temprano
M01: (la tranquiliza) cuenta con eso, por ahora, perdona esta molestia
D02: listo, mientras no babeen ni dejen todo hediondo…
I04: (molesto) oye, si no somos perritos
Antonio no presta atención a la discusión, ya que no saca los ojos del terminal. En eso, se empieza a quedar dormido y los ronquidos interrumpen la discusión de Ignacio y Daniela
D02: listo, Antonio quedó dormido. Hablamos luego.
Daniela cerró su auto, se estacionó en un rincón de la Ciudad Empresarial y durmió en el volante. Ignacio y Antonio lo hicieron en los asientos traseros, y el sueño los venció. A las siete de la mañana, Daniela se despierta con la alarma del auto, mientras Ignacio y Antonio siguen roncando.
D02: (revisa su celular) ¿5 llamadas perdidas? ¿Martín? (toma el teléfono y marca)
M01: estuve tratando de llamarlos, pero no me contestaban
D02: sí, estaban durmiendo
M01: tengo novedades: los terminales abrieron normalmente, pero aún no sacan los buses explosivos. Tampoco los han programado en ningún servicio.
D02: yo despierto a los angelitos de Dios
En eso, Daniela empieza a mover a Ignacio y Antonio
I04: (bostezando) ¿qué pasó?
A03: (despertando) ¿ya es de mañana?
D02: (cortante) sí, y Martín andaba tratando de ubicarlos (le pasa el teléfono a Antonio)
A03: ¿aló?
M01: ¿Antonio? ¿Tú no tienes amigos en Su Bus y Alsacia?
A03: sí, pero no hablo hace tiempo con ellos
M01: llámalos y avísales que intenten revisar los buses antes de salir
A03: yo me encargo de eso
M01: (revisando el computador) el de Su Bus lo acaban de cargar en el sistema: BFKB33 está sin servicio asociado, pero en cualquier momento sale del terminal. Ignacio: toma un taxi y síguelo
I04: ¿y la plata para el taxi?
A03: (saca de su bolsillo un billete de 10 mil) toma, por si lo necesitas (Ignacio recibe el dinero)
M01: los otros buses, aún no pasa nada.
A03: ¿me puedes repetir las PPU?
M01: el de Red Bus: CJRK70. El de Alsacia, el ZN5754. Sobre este último (se pone a chequear), lo acaban de cargar en el sistema.
A03: ¿sí, y a qué servicio?
M01: no sé si es buena o mala la noticia: 112. ¿Ese no es el que sube por La Pirámide?
A03: sí, Vespucio, La Pirámide, Escuela Militar, Plaza Egaña, Metro Macul hacia Puente Alto
M01: tiene hartos lugares donde hacer daño
A03: pero podemos minimizar ese daño.
M01: ¿se te ocurrió alguna idea?
A03: sí, pero para eso, debo ir a Vespucio Norte a esperar ese bus como pasajero.
M01: mejor así (se pone a revisar el GPS), el de Su Bus le acaban de asignar recorrido: 212.
A03: ese hay que pararlo antes que entre al túnel San Cristóbal: sale del Costanera Center y se va por Los Leones a La Pintana.
M01: cámbiense de roles mejor: Ignacio, encárgate del bus a La Pirámide. Antonio, a ti te conocen en ese terminal, trata de retener ese bus lo más posible.
I04: se me ocurrió una idea con la 112
M01: ¿cuál?
I04: para eso, me tengo que conseguir una mochila, un extintor y un reloj de cuneta.
M01: ¿quieres colocar una bomba falsa? ¿para qué?
I04: la idea es evacuar el bus por artefacto sospechoso… y con eso desocuparlo
M01: (se le ilumina la cara) ¿y llamar a Carabineros?
I04: a todo el mundo. Además, con esto de la tecnología, tendremos lleno de cámaras listas y dispuestas para ver ese momento.
M01: (empieza a alabarlo) eres un puto genio
I04: (con falsa modestia) mucha junta con ustedes
A03: (cambiando el tema) me preocupa el de Red Bus
M01: ya lo tengo listo: fue asignado al C18 en Ciudad Empresarial. Ese será aún más fácil interceptarlo, pero para eso, necesitaremos a Araneda.
A03: entonces, yo me quedo en la puerta del patio Recoleta esperando el bus. Ignacio, parte a Vespucio Norte.
I04: deja llamar a un amigo de la barra para que me consiga el extintor y el reloj cuneta
Ignacio se logra comunicar con un amigo y le explica el tema de la falsa bomba, sin entrar en tanto detalle. Al final, su amigo accede a prestarle todo, pero desligándose de cualquier responsabilidad. Se juntarán en veinte minutos más en Vespucio Norte.
I04: me tengo que ir al metro, deséenme éxito.
D02: yo te voy a dejar
A03: (abraza a Ignacio, dándole palmadas en la espalda) va a ser un éxito, tenemos que parar a estos tipos
Antonio se baja en Recoleta con Vespucio y camina hacia el norte. Mientras va afuera del Cementerio General, recibe un mensaje de Martín:
M01: (por Whatsapp) 212, tabla 35 de Recoleta. Salida: 07:22 desde terminal. Llegada a cabecera: 07:50
A03: (mira la hora) quedan cinco minutos, mejor me apuro, a estos viejitos les gusta arrancarse antes
Justo observa hacia el fondo y ve, doblando por calle Salvador Allende, el bus con los explosivos.
A03: ¡mierda!
Antonio se pega la maratón de su vida, y justo, alcanza a llegar al semáforo de Recoleta con Santa Clara. Ahí, se tira a la calle y logra que el conductor lo reconozca. Dada la casualidad que es el mismo conductor del 216 que lo rescató de La Granja cuando escapaba del funeral de Rafael
Conductor 212: ¿cómo está coleguita? ¿dónde va?
A03: (sube rápido al bus y lo saluda) hola, ¿para dónde va usted?
Conductor 212: me mandaron para el 212 (le pasa la tabla donde aparecen los horarios del bus), pero no creo que llegue ni cagando a la hora. Me pasaron este bus a última hora, estaba tirado por panne de frenos, más encima estoy que me meo… (el bus dobla por Av. Santa Clara, y, a unos metros del cruce, el conductor para), ¿me permite coleguita?
A03: (dando gracias a Dios por dentro) no se preocupe, si cacho cómo es la cosa por acá
El conductor se baja, y en unos matorrales, se dedica a orinar. Mientras, Antonio revisa el computador del bus y saca unos fusibles de ahí.
A03: la idea es que esta weá no se mueva de acá.
Luego de guardar los fusibles en el bolsillo, el conductor sube a la máquina
Conductor 212: ya, nos vamos (intenta hacer partir el bus, pero no hace contacto eléctrico) ¿qué mierda? ¿panne eléctrica?
A03: (haciéndose el leso) oiga, harto mala la mantención acá
Conductor 212: (intenta hacer partir el bus, pero sin éxito) sí, hace rato que es una mierda la mantención acá, con decirle que el otro día me pasaron un bus con el fuelle suelto… y querían que siguiera andando
A03: (sorprendido) se pasaron…
Conductor 212: (toma su celular, y se da cuenta que no tiene minutos) buh, iba a llamar al patio para avisar, pero me olvidé de cargarle plata, ¿anda con minutos usted?

A03: (esconde su teléfono) parece, pero no estoy seguro. Oiga (se pone a revisar el bus y detecta que, debajo de los asientos que van pegados al motor, y, escondidos bajo los tubos fluorescentes en la parte trasera están los explosivos), ¿sabe lo que es esto?
C212: (se para del volante y acompaña a Antonio) mmm, no cacho, alguna pasta especial
A03: raro, porque le pusieron a los tubos fluorescentes también.
C212: (le toma el olor a la pasta) pero eso es olor a pólvora
A03: yo que usted, antes que llamar a mantención, llame a Carabineros (no termina la frase y, justo, atrás del bus, llega un radiopatrulla)
C212: (se encarama a los asientos traseros y le hace gestos al radiopatrulla) mira, justo ahí llegaron
A03: (mira la hora) voy a tener que irme eso sí, ando atrasado
C212: (resignado) bueno, gracias de todos modos, con los carabineros le avisan a Patio que estoy tirado acá
Antonio sale rápido del bus, mientras los carabineros aún no bajan de su vehículo. Eso le da tiempo para caminar por calle Santa Clara hasta El Salto, donde llama a Martín
A03: uno de tres fuera. Bus con panne eléctrica al costado del Parque del Recuerdo
M01: sí, reporté el bus en panne en Twitter y llegaron de inmediato. ¿El conductor se dio cuenta de algo?
A03: le mostré los explosivos: pusieron una pasta con pólvora en los tubos fluorescentes y debajo de los asientos, y estratégicamente, cerca de los lugares con combustible
M01: temo que hagan lo mismo con el rojo y el celeste que aún quedan en carrera. ¿Dónde estás?
A03: afuera de la Cocina.
M01: quédate allí, para ver si tenemos novedades
A03: listo
Antonio corta el teléfono y observa, al fondo, en una esquina del terminal, dos conscriptos discutiendo a grito pelado.
SO4: (gritando) Araneda, ¿cómo mierda pudiste?
SO3: (en el mismo tono) ¿y tú no tenís conciencia, o tu carrera culiá es más fuerte que tu deber?
SO4: mira conchetumadre, estamos en guerra y tú no puedes andar ayudando al enemigo
SO3: ¿qué guerra, huevón? ¿te lavaron el cerebro estos culiaos?
SO4: está mi teniente Ramírez en manos de los terroristas y tú andai sapeando lo que hacemos nosotros
SO3: nadie ha sapeado nada, engrupío culiao
SO4: entonces, ¿cómo mierda supieron que movieron los explosivos de Neptuno para acá?
SO3: ahueonao, hubo un helicóptero que despertó a los vecinos
SO4: pero nadie tenía que saberlo. Ahora andan todos los oficiales buscando al hocicón.
SO3: ¿vas a acusarme?
SO4: es mi futuro el que está en juego, así que atente a las consecuencias
SO3: (se chorea, se saca el fusil del cinto y se lo entrega a Silva) toma: si quieres, apura esto. Pero no cuentes conmigo. Mi deber es proteger al más débil, no prestarme para asesinar inocentes por una guerra inventada.
SO4: (rechaza recibirle el fusil) no, no es eso, yo no me voy a ensuciar las manos
SO3: (insiste) ya te las estás ensuciando con delatar a un camarada que está haciendo lo mejor por su Patria, con tal de salvar tu culo.
SO4: (nuevamente evitar recibir el arma) no, no lo haré. Yo no te sapearé, pero si te pillan, tampoco te defenderé.
SO3: no te preocupes. Soy grandecito como para saber el riesgo que estoy asumiendo.
Araneda se va y Silva queda solo, ahí, cae arrodillado y se pone a llorar. Estaba en eso, cuando de repente, al fondo, nota que alguien lo estaba observando. Antonio decide arrancar hacia la Ciudad Empresarial, mientras Silva sigue mirando por la reja, buscando a quien era el personaje que presenció su minuto de debilidad.

viernes, 25 de septiembre de 2015

1x07: Preguntas y Respuestas



Ramírez ya había perdido la cuenta de los días que llevaba en cautiverio. Sus captores habían reducido su comunicación a monosílabos y gruñidos. Sólo se alimentaba con pan añejo y sopa de sobre que le convidaban sus carceleros. Este régimen lo tenía físicamente muy débil, y sólo su mentalidad de boina negra le daba cierta lucidez. Uno de esos días, pensó que ya se estaba volviendo loco, cuando empezó a oír voces en perfecto español, y lo peor para él, es que eran voces familiares.
Tte. Molina: permiso para hablar con usted, mi mayor
May. Ortega: Molina, necesito que me entregue información en detalle de la operación
Tte. Molina: a su orden, mi mayor, pero antes, yo venía a entregarle el reporte del prisionero
May. Ortega: ¿de Manríquez? ¿el sapo del Metro?
Tte. Molina: ese mismo mi mayor, está bien, se alimenta normalmente, pero se niega a dar información
May. Ortega: ¿y se sabe algo de Esparza, Molina?
Tte. Molina: nada, mi mayor. Está desaparecido hace una semana. Tenemos a la policía y a un espía nuestro vigilando su casa y la de su amiga, pero no se sabe dónde está.
May. Ortega: (molesto) ¿cómo? ¿no tienen idea dónde está ese payaso?
Tte. Molina: (se asusta un poco y empieza a tartamudear) n-n-no mi mayor, pero tenemos a toda la policía buscándolo, la prensa incluso habla de él como un subversivo que se metió al metro a borrar las evidencias de la operación Chuncho
May. Ortega: (se habla a sí mismo) Esparza, donde quieras que te encuentres, te conozco bastante bien. Sé que, tarde o temprano, caerás.
Tte. Molina: (interrumpe esta reflexión) permiso para hablar con usted, mi mayor
May. Ortega: ¿qué pasa, Molina?
Tte. Molina: sobre los detalles de la operación Trío, ya llegó la confirmación, mi mayor: están los vehículos listos con las municiones en los depósitos respectivos
May. Ortega: espero que así sea, ya no estamos para más chistes. Ya tuve suficiente con los “rebeldes” que sacaron el helicóptero el día del traslado
Tte. Molina: ¿y se sabe quiénes fueron, mi mayor?
May. Ortega: sí, tenientes y capitanes. Varios, amigos de Ramírez. Hablando de Ramírez, ¿cómo está el “Moto-Ratón”?
Tte. Molina: en su celda, mi mayor
May. Ortega: déjenlo ahí no más, tenemos que tenerlo seco un buen rato más. Afuera estorbaría en la operación. Yo me retiro por ahora Molina, así que, téngame al tanto de cualquier novedad.
Tte. Molina: a su orden, mi mayor
Ortega sale de la oficina por otro lado, mientras Molina se queda ordenando papeles. Y, en penumbra, Ramírez aún aturdido, no sabe si lo que escuchó era verdad o producto de su imaginación producto del encierro y el hambre. ¿Esparza? ¿El mismo Esparza que conoció en su época de cadete? ¿El mismo Esparza o será alcance de nombre?
Siguieron pasando los días, siguió el pan duro y la sopa de sobre, pero ahora se le metieron las ideas en la cabeza. Esparza, Manríquez, sobre todo el mayor Ortega. ¿Ortega, el que fue su comandante de compañía en su época de cadete? ¿El severo y, a ratos, enfermizo, Ortega? Estaba en eso, cuando, sin darse cuenta, empieza el movimiento cerca suyo.
R07: (casi llorando) ¡Déjeme tranquilo, si no sé nada!
Suenan golpes, muy fuertes, y con cada golpe, seguía sollozando Rafael. Y, antes de cada golpe, una voz femenina que le sonaba conocida
Tte. Pinto: (con una varilla, amenazando a Rafael) ¡HABLA MIERDA! ¿QUÉ ESTABA HACIENDO ESPARZA?
R07: (aún aguantando el dolor) n-n-no sé, en realidad no sé
Tte. Pinto (furiosa): ¡SI SABES MIERDA! TÚ AYUDASTE A QUE SE METIERA AL METRO, SAPO
R07: (llorando y gritando) ¡EN SERIO QUE NO SÉ!
Tte. Pinto (aparenta supuesta calma): no te preocupes, si no sabes, o (cambia el tono) “no te acuerdas”, yo tengo métodos para hacerte recordar
Pinto toma un encendedor, un paño untado en combustible, arma una antorcha con un palo y la enciende. Acto seguido, se escucha un grito ensordecedor. Ramírez, como nunca, estaba sintiendo miedo. Real miedo. Luego, se sienten gemidos, y Ramírez, atento a eso, no se da cuenta que Pinto se acercaba a su celda. Ahí, se hace el dormido, y empieza a notar que mueven el candado de la puerta de su cuarto, hacen girar la llave, y se abre.
Tte. Pinto: (con voz dulzona) ¿Arturo? ¿Eres tú?
Tte. Ramírez: ¿Estefanía?
Tte. Pinto: (corre y abraza a Ramírez) Arturo, menos mal que estás bien
Tte. Ramírez: (extrañado aún) ¿Estefanía Pinto? ¿Eres tú?
Tte. Pinto: (sigue abrazando muy apretado a Ramírez) sí, soy yo, tanto tiempo sin verte
Tte. Ramírez: (desconfiado, pero aparentando tranquilidad) ¿y qué haces tú aquí?
Tte. Pinto: ¿yo? Me mandaron en una misión complicada. ¿Tú no estabas corriendo el Dakar?
Tte. Ramírez: (tratando de ver cómo seguirle el juego) sí, pero de repente, tomaron mi moto, y…
Tte. Pinto: no te preocupes, estoy acá para rescatarte. A un camarada de armas, uno debe acompañarlo en las buenas y las malas
Tte. Ramírez: (no le cree nada) gracias, gracias, pero… ¿qué hacemos ahora?
Tte. Pinto: por mientras, sólo espera mis instrucciones. Te voy a traer un prisionero para hacerte compañía
Tte. Ramírez: ¿prisionero?
Tte. Pinto: sí, un prisionero. Es un subversivo que está acusado de apoyar a unos terroristas. No sé si te contaron, pero intentaron hacer explotar un vagón del metro.
Tte. Ramírez: (impactado) ¿no? ¿pero cómo?
Tte. Pinto: metieron un tren cargado de explosivos a la estación Universidad de Chile y lo hicieron estallar. Estos terroristas no tienen límites
Tte. Ramírez: (no sabe si creer, pero le sigue el juego) yo me encargo de él
Tte. Pinto: así me gusta Ramírez, el comando Ramírez, lo voy a buscar
Pinto sale de la celda, Ramírez queda pensando qué hacer. En eso, Pinto lleva a empujones a Rafael, quien viene ensangrentado, débil, y con heridas notorias en la espalda
Tte. Pinto: (tirando a Rafael a la celda) encárgate de él, Ramírez. (lo deja a sus pies)
Y ahí, Ramírez se encontró con Rafael, quien, al verlo, sintió un pavor impresionante.
R07: (susurrando) por favor, no me mate, en serio, no me mate
Tte. Ramírez: (al oído) no te preocupes, vamos a salir de esto. No te haré daño.
Ramírez esboza una sonrisa para tranquilizarlo, mientras Pinto toma el candado y cierra la celda.
En esa noche, Ramírez se dedicó a limpiar las heridas de Rafael con agua, que tenía para su consumo, y las mangas de su polera, que arrancó para usarlas de trapo. El operario del metro intentaba aguantar el dolor, mientras el oficial de Ejército se encargaba de las curaciones.
Tte. Ramírez: (muy callado) menos mal que algo aprendí de primeros auxilios en la Escuela. Y esas instrucciones ni las pescaba mucho, pensé que nunca servirían para algo
R07: (muy débil) ¿por qué se preocupa por mí?
Tte. Ramírez: (susurrando) porque nadie se merece que lo traten de esta forma, por lo grave que haya hecho.
R07: muchas gracias por todo
Tte. Ramírez: no me des las gracias, sólo cumplo con mi deber.
Estaban en eso, cuando se abrió nuevamente la celda. Era Pinto, que llegó con un plato de comida y una botella con agua. En eso, Ramírez dejó de limpiar las heridas de Rafael, y se puso atento a su camarada.
Tte. Pinto: toma Ramírez, te traje algo para comer (le pasa un plato de fideos blancos, algo pegoteados y una botella con agua). Y no pesques a esta plasta (empieza a mover con el pie, en forma despectiva, al bulto que era Rafael), los traidores a la Patria no merecen nada.
Tte. Ramírez: (amable) necesito pedirte un favor, necesito que traigas alcohol y gasa, para limpiar a esta persona
Tte. Pinto: no te preocupes de este imbécil, si muere por una septicemia, mejor para nosotros
Tte. Ramírez: (cortante, sin perder amabilidad) si no limpio sus heridas, hasta yo me puedo contagiar. Discúteme menos y tráeme esas cosas por favor.
Tte. Pinto: dame un minuto (sale corriendo de la celda, y vuelve con un botiquín). Apenas lo desocupes, me lo devuelves.
Tte. Ramírez: confía en mí, yo me encargo del prisionero.
Tte. Pinto: (dándole órdenes) sácale la información que sea necesaria
Tte. Ramírez: (con seguridad) cuenta con eso.
Pinto sale de la celda, y la vuelve a cerrar con candado. Ramírez toma el plato de fideos y se lo convida a Rafael
Tte. Ramírez: (se lo pasa en la boca) come, a ti te hará bien. Guárdame un poco
R07: ¿por qué está aquí?
Tte. Ramírez: yo estaba corriendo un rally, y fui capturado por estos sujetos. Pensé que eran terroristas, pero me doy cuenta que… (lo piensa bien) sí, son terroristas, pero no de los que yo pensaba
R07: (se sorprende) us-us-usted es el teniente que an-an-andaba corriendo el Da-Da-Dakar?
Tte. Ramírez: sí, el mismo, (se acerca más a Rafael, quien engullía los fideos) ¿Cómo sabes?
R07: (hablando con dificultad) a-a-a-afuera andan todos comentándolo, incluso iban a declarar estado de sitio si-si-si no aparecía
Tte. Ramírez: (se interesa en esta información) con que estado de sitio… necesito pedirte un favor, y te conviene
R07: ¿qué-qué-qué sucede?
Tte. Ramírez: si quieres salir vivo de acá, necesito que me sigas el juego. Conozco a Pinto, es linda pero es una hija de puta, va a querer que te trate mal hasta sacarte toda la información.
R07: pe-pe-pero yo no sé nada
Tte. Ramírez: lo sé, y tampoco es mi forma de hacer las cosas. Pero, necesito que me cuentes todo lo que pase afuera. Y que me cuentes por qué te trajeron acá.
R07: cu-cu-cuente con eso, teniente
Tte. Ramírez: (lo calma) dime Arturo no más, para mi institución tengo grado y estrellas. Para el resto, sigo siendo una persona común y corriente, mis estrellas y parches valen callampa.
R07: gra-gra-gracias A-A-A-Arturo. Mi-mi-mi nombre es Ra-Ra-Rafael Manrí…
Se escucha a Pinto gritar
Tte. Pinto: ¡Ramírez! ¿Desocupaste el botiquín?
Tte. Ramírez: (revisa el botiquín, para sacar algunas cosas que le puedan servir: unas pastillas, y una jeringa) sí, ahora te lo entrego.
Tte. Pinto: déjalo en la puerta de la celda, lo voy a buscar luego.
Rafael, dentro de sus heridas, logra observar que Ramírez saca, además de las jeringas y las pastillas, un tubo con un líquido, y lo guarda dentro de sus pantalones de la tenida de combate, lo que el teniente logra detectar.
Tte. Ramírez: este será nuestro pasaporte a la libertad.
A los minutos, aparece Pinto con un chocolate, se lo deja a cambio del botiquín. El chocolate estaba semi abierto, y, en el papel, un mensaje. Ramírez lo lee y lo guarda en su bolsillo.
Tte. Ramírez: (sonriendo) esta mujer está muy loca (se acerca a Rafael, que sigue tumbado en la colchoneta donde dormía Ramírez), ahora sí, necesito que me cuentes todo
R07: no-no-no se preocupe A-A-A-Arturo, ¿Qué-qué-qué quiere saber?
Tte. Ramírez: todo. Desde por qué te trajeron aquí, hasta qué es eso del “Chuncho” y lo que le escuché a mi mayor Ortega.
R07: (se puso a temblar de miedo al oír ese nombre) ¿Or-Or-Ortega?
Tte. Ramírez: (extrañado) ¿lo conoces?
R07: (se pone a llorar) no, nada, nada, no dije nada
Tte. Ramírez: (cambia de tema, intuyendo que algo sospechoso ocurre ahí) ¿escuché de algo con el metro?
R07: (baja el tono de voz, casi ni se escucha) yo-yo-yo trabajaba en el Me-Me-Metro en la central de mo-mo-monitoreo. De-de-después de que ex-ex-ex-explotó un vagón…
Tte. Ramírez: (impresionado) ¿explotó un vagón? ¿y cómo, falla técnica?
R07: no-no-no, fue un a-a-atentado. Entró un tren en reversa a U-U-Universidad de Chile y estalló en el andén al entrar.
Tte. Ramírez: (pensando en voz alta) “Operación Chuncho”
R07: ¿ope-ope-operación qué?
Tte. Ramírez: (volviendo a la historia) no, nada. Sigue, ¿hicieron explotar un tren, con pasajeros?
R07: es-es-estaba terminando la hora punta, pero, por lo menos, no hubo mue-mue-muertos.  Tren iba vacío y andén estaba desocupado
Tte. Ramírez: (interesado) ¿y qué pasó?
R07: ce-ce-ce-cerraron la estación para evitar que entrara gente. De-de-declararon estado de excepción y pusieron vi-vi-vigilancia militar en el túnel, para investigar el a-a-a-atentado.
Tte. Ramírez: ¿y tú, qué tienes que ver con todo esto?
R07: yo-yo-yo ayudé a un amigo pe-pe-periodista a entrar a la es-es-estación Universidad de Chile pa-pa-para sacar fotos. Es-Es-Estábamos en eso, cua-cua-cuando entraron a la oficina unos militares y-y-y me trajeron para a-a-a-acá.
Tte. Ramírez: ¿amigo periodista?
R07: s-s-s-sí, un compañero del colegio que-que-que estudió periodismo y que in-in-investigaba el atentado.
Tte. Ramírez: (empieza a juntar las piezas) ¿cómo se llama él?
R07: An-An-Antonio
Tte. Ramírez: (lanza la pregunta clave) ¿Esparza? ¿Antonio Esparza?
R07: (sorprendido) ¿có-có-cómo sabe?
Tte. Ramírez: (cambia el tema) lo escuché de la boca de mi mayor Ortega
R07: por fa-fa-favor no me delate. Su amiga y el otro mi-mi-militar me están preguntando dónde está An-An-Antonio y no sé, porque cuando me atraparon pe-pe-perdí su ubicación
Tte. Ramírez: ¿y Esparza te contó por qué quería entrar al Metro?
R07: te-te-tenía sospechas de saber quién ha-ha-había hecho el atentado
Tte. Ramírez: ¿y te alcanzó a decir quién era?
R07: n-n-no, no me alcanzó a de-de-decir nada
Tte. Ramírez: (lo calma) no te preocupes. Yo no diré nada. Pero ojo, que conozco a Pinto y mi mayor, van a tratar de sacarte información como sea. Por lo mismo, si sabes algo, empieza a decirlo, pero de a poco. Yo tengo una idea para salir de acá, pero debes darme tiempo
R07: gra-gra-gracias, pe-pe-pero todo lo que sé es lo que le di-di-dije ahora
Tte. Ramírez: y gracias por contarme.
R07: te-te-tengo sueño
Tte. Ramírez: duerme acá no más, yo me las arreglaré en otro espacio (saca una frazada de su colchoneta, y se acurruca en un rincón)
En unos segundos, Rafael concilió el sueño. Ramírez, por su parte, tenía una mezcla de ideas en la cabeza. ¿Esparza? ¿El ex cadete Esparza? ¿El que nadie daba un peso por él? ¿Y por qué lo persiguen ahora? Esas preguntas, sin respuesta por el momento, le quitaron el sueño. Al final, la fatiga y el cansancio, terminaron por hacerlo dormir.