sábado, 26 de marzo de 2016

2x03: Cambio de planes



Antonio sabía que lo que venía era complejo. Daniela reuniéndose con un oficial de la Armada en Viña, traspasándole información. Arturo presionado por la teniente Pinto para entregarlo, y así él recuperar su carrera y su status. Martín desaparecido, y sin mayor información. Rafael teniendo que dejar su trabajo en el metro, sobrevivir a intento de secuestro y violación, y ahora de empleado de un supermercado ganando un moco. Ignacio prestando su casa, y arriesgando el pellejo y sus pertenencias, y Valentina abandonando a su familia y carrera. Y todo era su culpa. O así lo sentía él.
El destino de su entorno se desordenó por completo, y sabía que el origen de toda esa revolución era su investigación y su persona. Y ahí estaba él, tirado en la orilla de la playa, mirando al horizonte, cansado y buscando respuestas a su situación, tratando de dar con la solución de este entuerto. Pero también sabía que quedarse donde estaba y como estaba tampoco iba a resolver el problema, por eso, decidió sacudirse la arena, caminar hacia la avenida Perú, ponerse las zapatillas y tomar una micro de vuelta a su casa. Sabía que corría un riesgo enorme, más con Pinto y Ramírez poniéndose de acuerdo para su captura a sus espaldas, y con el oficial conociendo todos sus movimientos, pero, por lo mismo, debía ser más astuto y rápido que sus persecutores. Decidió ir a casa, antes pasando por el supermercado a buscar y avisarle del tema a Rafael.

R07: (al ver a Antonio sudado) ¿y qué te pasó?
A03: (jadeando) es una larga historia, pero te recomiendo que estés atento. ¿Hay algún teléfono del local?
R07: sí, ¿por?
A03: Ramírez con Pinto andan juntos, y esta mina le propuso entregarme con los milicos, a cambio de que él recupere sus grados y su carrera.
R07: (se asusta) ¿y qué piensas hacer?
A03: tengo un plan, pero necesito que sigas mis instrucciones al pie de la letra
R07: ¿qué se te ocurrió?
A03: estoy pensando en entregarme, para cagarle los planes a Ramírez.
R07: ¿estás loco?
A03: sí, pero…
R07: (lo reta) weón, todo lo que peleamos por arrancar del norte, por escondernos acá, ¿y piensas entregarte?
A03: (cabizbajo) te arriesgué a ti, tu familia cree que estás muerto. Arriesgué al Nacho, a la Vale, a Martín, que anda perdido...
R07: (se detiene en ese comentario) ¿no que se había cambiado de bando?
A03: fue mentira de Daniela para justificar la desaparición. Ella sí se cambió de bando
R07: ¿la mina rica con cara de mala?
A03: sí, pero no sé si se cambió de bando, o siempre estuvo de parte del adversario
R07: ¿y para qué me necesitas? ¿O me viniste a avisar?
A03: no, te vine a pedir un favor. Cuando llegues a casa, trata de meterte a la pieza de Daniela y sácale algunos discos duros de los que trajo el otro día y los escondes en un sitio seguro, junto con mi computador
R07: ¿para qué?
A03: tengo una teoría con esos discos, pero no alcanzaré a probarla. Le dejaré instrucciones a Valentina e Ignacio con eso.
R07: ¿cuál es tu teoría?
A03: escuché a Daniela que los sacó de la casa para copiar la información y luego hacerla desaparecer, pero que aún están encriptados. Me tinca que nunca han estado encriptados, sólo que ella no ha sabido traducir la información.
R07: ¿y qué se te ocurre?
A03: traten de leerlos desde mi computador. Te daré la clave, pero no la pierdas. O por último, cámbiala por algo que te acomode más
R07: ¿tienes tú el software que desbloquea los archivos?
A03: no, no es eso, sólo que ella no sabe leerlos. No sé cuánto tiempo estuvo metida en esto, pero parece que la inteligencia es más soberbia que práctica.
R07: (le da un abrazo) cuidate, te queremos vivo
A03: así espero. Y si no vuelvo, cuiden a Valentina.
R07: vas a volver, sé que vas a volver, pero espera un poco (corre a la línea de cajas y saca un chocolate), llévate esto, yo invito.
A03: (agradecido) te pasaste, sé que esto me va a servir.
Antonio sale corriendo del local, para llegar a su casa. Al llegar, se revisa los bolsillos y no encuentra sus llaves, por lo que decide golpear la puerta. Los segundos eran eternos, sentía que cada espacio de tiempo transcurrido le jugaba en contra a sus planes. Cuando sintió la chapa moverse, su corazón andaba a mil. Valentina abre la puerta y lo queda mirando con cara de espanto
V05: ¿pasó algo malo?
A03: (entra rápido a la casa) tenemos que hablar
V05: (lo mira preocupada) me estás asustando
A03: (mira hacia todos lados) ¿hay alguien más en la casa?
V05: sí, está Ignacio
A03: ¿y Ramírez?
V05: no, no ha llegado
Aparece Ignacio en la escena
I04: (trata de calmarlo) te veo nervioso
A03: necesito que me escuchen atentamente con lo que les voy a contar, porque si algo falla en esto, se puede ir todo a la mierda
I04: cuéntanos
A03: Daniela es agente infiltrada de la Organización acá: la encontré hablando con un marino en un servicentro en la recta Las Salinas, en Viña, pasándose información y comentando sobre los discos duros
I04: ¿con los que llegó el otro día?
A03: sí, esos mismos. Parece que es información que robó de los computadores de Martín antes de encontrarnos
I04: ¿y Martín?
A03: según ella, él desapareció el mismo día que nosotros estábamos en Llay Llay. Algo sospechaba él de su traición, por eso se esfumó
I04: (molesto) y a mí no me dijo nada (lo interrumpe) espera, espera, espera un poco… ¿qué hacías tú en un lugar lleno de marinos?
A03: eso es lo otro y más grave: estaba siguiendo a Ramírez, porque le escuché una conversación por teléfono en el terminal de buses de Valparaíso
V05: (se interesa) ¿qué conversación?
A03: estaba hablando con una tal “Maca”, que sospecho que es la teniente Pinto, que se iban a juntar en la noche
I04: (se preocupa más) es Pinto, tuvieron una relación antes.
A03: sí, y luego de eso, lo seguí, rumbo a Viña del Mar. Se bajó en Las Salinas, y ahí pasó lo que vi con Daniela
V05: (sacando cuentas) o sea, Daniela y él…
A03: no tengo idea, pero cuando salí del servicentro donde estaba Daniela y el marino, me topé con Ramírez, y cuando discutíamos, apareció Pinto.
I04: mierda
A03: ahí, corrí a la playa, y por el borde costero arranqué hasta no sé donde, y pude escapar.
V05: yo sabía que el milico andaba en algo raro
A03: ¿y por qué tanta seguridad?
V05: no te había querido contar nada, pero hace varios días lo vi hablando por celular acá en la casa.
I04: (se molesta) ¿y nadie dijo nada?
A03: eso confirma que ese anda jugando para ambos bandos también, por eso, es urgente que haga lo que tenía pensado
I04: ¿qué cosa?
V05: no se te vaya a ocurrir alguna estupidez…
A03: tengo claro que soy el objetivo más valioso para estos tipos. Martín anda fuera de servicio y a Ramírez lo buscan porque anda conmigo. Si yo me entrego, se les acaba el hueveo: a Ramírez no le funciona su regreso triunfal al Ejército, a Pinto no le llega ningún ascenso o condecoración, a ustedes los dejan de molestar, y la información valiosa sigue en pie.
V05: (se asusta) ¿me estai hueveando?
A03: a ustedes les alteré todo su estilo de vida por esta investigación, ahora estamos defendiéndonos con lo poco que tenemos, y más cuando tenemos al “enemigo” durmiendo bajo el mismo techo, y esperando que nos descuidemos para entregarnos en bandeja y arruinarnos todo.
I04: (molesto) pero si tú te entregas, igual estás llegando en papel de regalo a estos tipos, y les ahorras la búsqueda. Y no les va a costar mucho sacarte la información que necesitan.
A03: ¿qué información? Si Martín anda desaparecido y es él el que tiene el acceso a esos datos.
V05: ¿y los discos duros?
A03: sospecho que ella no ha podido desbloquearlos y por eso anda buscando ayuda: por eso llegó con nosotros, y por lo mismo se anda reuniendo con marinos para tratar de desencriptarlos.
I04: ¿y cuál es tu idea? ¿Entregarte y qué? ¿Dejar que te saquen la cresta y que te maten? Porque tienes claro que vivo, o entero, no sales de ahí ni ca.
A03: algo se me ocurrirá, pero la situación acá se hizo insostenible. Si me entregan, luego irán por ustedes. Si me arranco, van a tratar de sacarles a ustedes mi paradero. Pero si voy yo y me presento voluntariamente… les rompo el esquema, y eso nos da algo de tiempo.
I04: ¿tiempo para qué?
A03: para replantear la estrategia. Le dije a Rafael que en mi computador está la forma para desencriptar los archivos de Martín: es un virus que invisibiliza el acceso a los archivos, y la única forma de leerlos es en equipos que lo tengan instalado.
V05: pero cuál es tu plan concreto?
A03: por ahora, aparentar que anda todo normal. Que yo no sé nada, que ustedes no saben nada. Y que tengan mi computador a resguardo, escóndanlo bajo el asiento del auto, en un entretecho, donde sea, pero que ni Daniela ni Ramírez se acerquen a él. Ah, y tratar de quitarle alguno de los discos duros que trajo y leerlos en mi computador.
I04: ¿y cuándo piensas ir donde estos tipos?
A03: veamos qué ocurre esta noche, quiero ver como reacciona el oficial cuando le pregunte por su encuentro con Pinto en la playa.
V05: me da miedo como vaya a reaccionar, acuérdate que él es comando…
A03: (la interrumpe) ¿y?, ya lo vi cagao de miedo una vez. Me paseo en la boina negra. (corta la conversación). Yo me voy a duchar y cambiar ropa, no hay que levantar sospechas. Y ustedes, todo normal, acá no ha pasado nada, no supieron esto, esta charla nunca existió, ¿entendido?
I04: listo, pero sigo preocupado
Antonio sube a su habitación, recoge algunas cosas, toma su ropa y sus útiles de aseo y camina hacia el baño, cuando, se detiene en la habitación que comparte Daniela y Valentina en la casona. La ve entreabierta, y nota que en la cómoda del dormitorio, había un cajón con llave. Intenta sacudir el mueble, pero se da cuenta que está algo pesado. Observa su alrededor, y se da cuenta que hay uno de estos discos afuera, lo toma, lo esconde entre sus cosas, se devuelve a su pieza, lo guarda en la almohada, y se va al baño a tomar la ducha.
Cuando se secaba y cambiaba ropa, escucha ruidos muy fuertes en la casa
Tte. R: (golpeando la puerta de la casa) ¿Esparza? ¿estás ahí?
I04: (sale a abrir) ¿sí? ¿qué sucede?
Tte. R: (entra corriendo) ando buscando a Esparza, ¿dónde anda?
I04: (lo frena) Antonio no ha llegado aún, ¿qué pasó con él, algo grave?
Tte. R: (se intenta calmar) eeeeh, no, es que me preocupé por él
V05: (baja corriendo por la escalera a ordenar la situación) ¿y tú dónde andabas?
Tte. R: (nervioso) emmm, yo salí a correr
V05: pero no te veo sudado ni mucho menos, ¿en serio que estabas corriendo?
Tte. R: sí, y permiso, me voy a duchar
Antonio escucha esto, se termina de cambiar ropa en cámara rápida, saca sus cosas del baño, las tira a su pieza, y se encierra en la habitación de Valentina, esperando que Ramírez pasara de largo, quien entra primero a su dormitorio.
Tte. R: (al ver las toallas húmedas en la cama de Antonio) este weón está acá o anda cerca (toma las toallas con furia y las tira lejos)
Ramírez toma otro juego de toallas, algo de ropa, se mueve al baño, donde se encierra y empieza a hablar por teléfono.
Tte. P: ¿y, qué pasó con Esparza?
Tte. R: nada, arrancó por la playa y no apareció.
Tte. P: ¿pero ya estás en la casa?
Tte. R: sí, pero parece que se duchó, se cambió ropa y se fue: encontré una toalla húmeda en la cama y en el baño aún hay olor a shampoo recién usado
Tte. P: espero que no sospeche nada, porque lo necesito hoy para informarle a mi mayor Ortega
Tte. R: ¿y quién te dijo que yo te lo voy a entregar?
Tte. P: (molesta) esa era la oferta Arturito, no te olvides
Tte. R: ¿y si lo entrego yo? Total, yo lo tuve que aguantar, sería un premio justo
Tte. P: (irónica) ¡por favor!, ¿se te olvida que a ti también te quieren con papas fritas acá? Si no es porque yo he vendido el discurso de que eres el perro arrepentido, que eres más leal a la institución que a cualquier otra cosa, ahora estarías compartiendo escondite con el desertor ese.
Tte. R: deja pensarlo entonces, ¿o tú crees que es muy fácil llegar y traicionar a este cabro?
Tte. P: estás hecho mierda Ramírez, mírate, gracias a “este cabro” te persigue medio Chile y tiraste tu brillante carrera por la borda
Tte. R: y tú, ¿por qué defiendes tanto a Ortega y esa gente?, ¿tienes algún otro tipo de interés?
Tte. P: (furiosa) ¿qué insinúas, Arturito?
Tte. R: te veo tan preocupada por todo esto, que pienso que tu idea es otra. Ni yo, con lo apasionado que soy, andaría como tú, más sabiendo la mierda que está detrás de la persecución y lo que buscan atrapando a Esparza
Tte. P: (cortante) me gusta mi pega. Punto.
Tte. R: ¿y? ¿cuál es tu oferta ahora?
Tte. P: en una hora más te vuelvo a llamar. Y espero que me digas donde me esperas con Esparza, para llevar el contingente necesario. (le corta)
Tte. R: (a sí mismo) siempre supe que esta mina es maraca, me tinca que se come a Ortega para escalar rápido.
Ramírez abre la llave, se desviste y entra a la ducha, pensando en cómo lo haría para entregar a Antonio sin que se note la evidente traición, pero olvidando un detalle: la habitación de Valentina era contigua al baño, por lo cual, Antonio escuchó todo, quién, aprovechando que el oficial se encontraba ocupado, se arranca de su escondite, le pone llave a la cerradura del baño, y baja raudo por las escaleras.
Tte. R: (notando que quedó encerrado) ¿QUIÉN ANDA AHÍ? ¿QUIÉN MIERDA ANDA AHÍ?
Antonio reúne a Valentina e Ignacio.
A03: listo, me entregaré a las autoridades.
I04: (sorprendido) ¿ahora?
A03: (le entrega las llaves del baño) ahí tienen a Ramírez. De ese, encárguense ustedes. Anda con un celular, así que va a llamar a Pinto en cualquier momento.
V05: ¿y qué hacemos con él?
A03: algo se les va a ocurrir. Por ahora, distráiganlo, tortúrenlo, jueguen con él, necesito que lo mantengan ocupado y cuando llegue Pinto, le cuentan la verdad, que yo ya estoy en poder de la policía.
V05: (lo abraza hasta casi asfixiarlo) cuídate mucho
A03: voy a volver, sé que voy a volver y por fin podremos estar tranquilos y viviendo nuestras vidas
I04: (le da la mano y un abrazo fuerte) cuídate hermano, gracias por todo.
A03: así va a ser, y hay que armar un carrete con todo
Antonio sale y camina a paso firme por las calles de Valparaíso, camino a entregarse ante las autoridades. En eso, Ignacio sube corriendo al baño, le saca la llave a la chapa y se encuentra con Arturo, sólo tapado con una toalla y muy furioso
Tte. R: ¿DÓNDE MIERDA ESTÁ ESPARZA?
I04: (amenazante) primero, vamos bajando el tonito.
Tte. R: dime entonces, ¿DÓNDE MIERDA ESTÁ ESPARZA?
I04: segundo: esta es mi casa, yo decido quién entra, quién sale, quién se queda y quién hace qué cosa aquí. Y fui yo el que te encerré en el baño.
Tte. R: (buscando algo con qué defenderse) Nacho, te conozco desde cabro chico, no me provoques
V05: (llega corriendo atrás) yo te vengo recién conociendo, y sé la clase de persona que eres
Tte. R: entréguenme a Esparza, y acá no va a pasar nada.
I04: ¿y por qué te tenemos que decir?
Tte. R: porque ya llamé a mis contactos para que lo vengan a buscar y llevárselo
V05: ¿y cómo los llamaste, si no tienes teléfono?
Ramírez estaba atrapado en su propia mentira.
I04: y lamento avisarte que Antonio está en este mismo instante entregándose a la policía.

domingo, 6 de marzo de 2016

2x02: Por el Borde

Amanece otro día más en el puerto, y Rafael se preparaba para su debut como cajero del Jumbo de Valparaíso. Se colocó su uniforme verde, y caminó hasta el local, por el cual entró a través del estacionamiento. Ahí, se presentó con la jefa de cajas, quién le indicó que estaría en inducción durante algunos días, conociendo el funcionamiento de todo el tejemaneje del supermercado. El ex trabajador del metro se encontraba muy entusiasmado, aprendiendo trucos y códigos internos del retail. Fue testigo del trabajo de los guardias, de los reponedores, y, a pesar del ánimo, aún no entraba en confianza suficiente, como para entablar conversación con sus compañeros. A mediodía, aparecieron Antonio y Valentina a hacer las compras, a los que saludó
A03: (muy alegre) ¿cómo va, señor cajero?
R07: bien, ahí me tienen en capacitación, conociendo el empleo, el local, entretenido todo
V05: ojalá que salga todo bien, cualquier cosa, cuenta con nuestro apoyo, aunque no cacho nada de supermercados, caja, monedas, pero igual cuenta con mi apoyo
R07: lo sé. Oye, Antonio, anoche el teniente no llegó a dormir, vi su cama hecha y todo en la pieza tal cual, ¿sabes algo?
A03: (se acerca) anoche se arrancó, se fue a tomar y llegó curao a la casa. Tengo miedo que se haya ido de cassette con alguien en el camino.
R07: igual voy a estar alerta acá, aunque dudo que vengan a comprar a este local
A03: hay que estar atento a todo, uno nunca sabe dónde están los de la organización. ¿Y no te costó conseguir el trabajo?
R07: no, menos mal, cuando me preguntaron por qué me habían dado por muerto, inventé una chiva y mostré todos mis papeles
A03: (nervioso) ojalá con eso no nos delaten
R07: ojalá que no, pero yo creo que van a concentrarse en buscarte a ti y al militar
A03: soy la excusa de estos weones, para tapar sus crímenes
R07: ya, los dejo, que tengo que ir a conocer otro sector del local. Hablamos a la noche
V05: cualquier cosa, nos avisas
R07: a la noche les llevo algo para la once
A03: tengo ganas de comer torta...
V05: (lo interrumpe) pero no abusemos de él, si lleva un día. Además, ahora llevamos hartas cosas ricas para el mes
A03: (la mira con cara de "odio" fingido) quiero torta ahora
V05: ya, no te comportes como cabro chico, nos vemos y mierda mierda
R07: gracias Vale, gracias.
Rafael se pierde por los pasillos, mientras Valentina y Antonio se dedican a revisar etiquetas, cuando, de repente, él oye una voz familiar
Tte. Pinto: ¿aló, sí, mi mayor Ortega? Sí, Pinto acá...
Estaba la teniente Macarena Pinto haciendo las compras, al otro extremo del pasillo, y como habla fuerte, se escuchaba en todo el corredor
A03: (se esconde debajo de un catálogo) habiendo tanto supermercado acá en Valpo y esta mina justo se viene a meter acá
V05: (se sorprende) ¿qué pasó? ¿quién es ella?
A03: (debajo de la guía de compras) ella es la ex de Ramírez, y que anoche me pilló en la Quinta Vergara
V05: (extrañada) ¿y por qué te escondes?
A03: ella fue la que los tenía capturados a él y al Rafa en el norte. Él le calentó la sopa, la sedujo, y logró escapar. Pero no sé qué mierda hace acá en la ciudad
V05: seguramente buscándolos
A03: hay que salir de aquí
V05: pero mira al fondo
Venía Rafael, caminando con su jefa, y pasó por el costado de Pinto, quien estaba tan concentrada en su teléfono, que no se percató. Al pasar al lado de Antonio, él se acerca al oído
R07: ya caché quien es, por eso me voy a control de cajas un rato, hasta que se vaya
A03: yo tengo que salir de acá
R07: tengo una idea, espera un poco
A03: sin demorarse
Rafael camina hacia el control de cajas, saca el micrófono del lugar y llama por altavoz.
R07: (por altavoz) a la señorita Macarena Pinto le informamos que sus documentos se encuentran en módulo de Informaciones
Tte. Pinto: (suelta el teléfono) ¿mis documentos? Ya, voy para allá, se me tienen que haber caído cuando saqué plata en el cajero
Pinto se mueve en dirección al lugar donde estaba Antonio, pero maldiciendo tanto al mundo que no se percató que estaban allí. Cuando sale del pasillo, Antonio se apura, toman el carro con Valentina, y parten a la zona de cajas
A03: (le pasa un billete) toma, paga tú, dale unas buenas monedas al de las bolsas, yo te espero a la salida
V05: (recibiendo el dinero) entendido, pero cuídate
A03: voy a estar en la entrada del Easy, vigilando que esta mina se vaya. Apenas te vea por las escaleras, te voy a buscar
V05: cuídate mucho (le da un beso en la frente)
Antonio corre por un acceso lateral, evitando el módulo de informaciones, donde la teniente Pinto insultaba al personal, ya que no encontraron nada. Estaba en eso, cuando se va del local, bajando por la escalera mecánica, y se pierde con rumbo desconocido. Al ver la escena, y unos minutos más tarde, Valentina baja con su carro lleno de bolsas, siendo rescatada por Antonio
A03: pasó el peligro
V05: menos mal, vamos a casa mejor, tengo hambre y me preocupa que esta mina ande rondando por ahí.
Antonio y Valentina caminan por las calles de la ciudad, rumbo a su casa. En el trayecto, él le explica con más detalles de dónde conoce a Pinto, y por qué es tan peligroso que los descubra.
V05: la mina loca
A03: sí, por eso tengo miedo que sepa que andamos en la zona
V05: y ¿en verdad que andaba con Ramírez?
A03: eso dicen, en la Escuela los vi juntos, y ahora, cuando supe que él se acostó con ella para sacarle las llaves y arrancar de su "cárcel" en el desierto.
V05: bueno, siempre he pensado que para entrar a las Fuerzas Armadas hay que ser un poquito loco
A03: ¿un poco?
V05: oh, perdón
A03: (se ríe) no te preocupes, ya lo tengo asumido
V05: ¿y no extrañas ese mundo?
A03: la verdad que sí, pero viendo el mierdal en el que se convirtió, se me pasó la nostalgia
V05: habrías sido bueno eso sí
A03: (cambiando de tema) pero ya no estoy allá, así que a concentrarnos en lo nuestro
Ambos llegan a casa, abren la puerta, y se encuentran con Daniela, quien iba saliendo de la casa
D02: (muy apurada) no me esperen a almorzar
A03: (irónico) hola, gracias por avisar (se encoge de hombros)
V05: nunca la he entendido mucho
A03: a mí nunca me ha dado confianza
Entran a la casa, y se encuentran con Arturo, de delantal y barriendo la casa
A03: estás de nana, Ramírez?
Tte. R: (tomándose la cabeza) no me hagai reír, que estoy con un tremendo hachazo
A03: anoche te tomaste hasta la molestia, te quedaste dormido en el baño
Tte. R: si sé, si sé, si Ignacio me fue a despertar, y me sacó a patadas
V05: permiso, yo voy a la cocina a guardar las cosas al refrigerador
A03: yo te acompaño
V05: ¿y no le contaste a quién vimos en el supermercado?
Tte. R: (se preocupa) ¿a quién vieron?
A03: (bajándole el perfil) ah, a tu amiga Macarena Pinto, andaba haciendo las compras en el Jumbo
Tte. R: ¿y te vio?
A03: no, pero Rafael se dio cuenta, así que la distrajo y pude salir de ahí.
Tte. R: menos mal
A03: no hables tanto, que anoche llegaste como piojo, y no sabemos si a ti se te escapó algo
Tte. R: no desconfíes, huevón no soy
A03: eso espero
Tte. R: ya, yo me voy a duchar, para salir más rato a correr. No quiero ponerme un chancho de mierda por estar todo el día encerrado
A03: sin exponerse sí, más con la loca dominatrix dando vueltas por el Plano
Ramírez se saca el delantal, se pone ropa deportiva y sale a correr, Dos minutos después, sale Antonio a vigilarlo, ya que algo le decía que tuviera cuidado con el oficial. Arturo corrió un par de kilómetros, y a la altura del terminal de buses, ingresó al recinto. Un par de metros más atrás, Antonio lo miraba. Sin percatarse de la vigilancia, Arturo toma un teléfono público, inserta unas monedas, y marca el número que tenía anotado en un papel.
Tte. R: (impaciente) contesta mujer, contesta
Antonio observa la escena desde lejos
A03: ¿a quién estará llamando este tipo?
Tte. R: (le contestan) aló, Maca, estás ahí
Tte. Pinto: oh, el comando se dignó a llamar
Tte. R: cortito, que estoy en un teléfono público
Tte. Pinto: si no estuvieras metido en esto, tendrías un celular caro y con hartos minutos
Tte. R: necesito que nos juntemos hoy en la noche
Tte. Pinto: (sorprendida) oh!, ¿ya pensaste lo que harás?
Tte. R: por eso necesito conversar contigo
Tte. Pinto: eso mismo te iba a decir. Tienes hasta mañana en la noche, si no, tú y tu amiguito desertor se van a ir a ver la sombra en forma permanente
Tte. R: pero, pero...
Tte. Pinto: pero nada, mañana en el mismo lugar, a la misma hora. Y espero que con buenas noticias, chao (corta)
Tte. R: pero Maca... (corta el teléfono) ¿qué mierda hago?
A03: ¿"Maca"?, ¿este hijo de puta se contacta con Pinto?
Antonio entra al terminal, decidido a encararlo, pero a mitad de camino, decide detenerse, y aguardar con calma, esperando los próximos movimientos del oficial. Ramírez sale del recinto, corre por Pedro Montt y Argentina rumbo a Barón, se sube al metro de Valparaíso, y atrás Antonio esperando que llegara el tren, para seguirlo. Cuando el convoy se estacionó en la estación, Esparza cruzó los torniquetes y entró al vagón contiguo al que se subió Ramírez, para ir haciéndole el seguimiento. El ferrocarril avanzó bordeando la costa, hasta hundirse en la entrada a Viña del Mar. Ahí, Arturo se baja en estación Viña del Mar, y sube a una micro, la que tenía como destino Reñaca y Las Salinas. Este detalle fue observado por Antonio, quien tomó otra de otro recorrido, pero con el mismo destino. El problema es que ambas tenían rutas distintas, por lo cual, un par de metros y un viraje más adelante, le perdió el rastro. Ante esta situación, se resignó, y siguió adentro del bus que lo paseó por todo el centro de Viña del Mar. Al final, al ver la recta Las Salinas, se asomó por la ventana, y justo se topó con el vehículo donde iba Ramírez, al que reconoció bajándose de la máquina a la altura de la Academia Politécnica Naval. En ese momento, se paró rápidamente y tocó el timbre, bajándose pasado la iglesia de los marinos. Antonio miró hacia todos lados, pero no encontraba al oficial a la vista. Prefirió cruzar la avenida Jorge Montt y caminar, llegando hasta la escultura de Rodin regalada por Farkas hace unos años. Ahí, le preguntó la hora a un cadete de la Armada que estaba entrenando. Cuando se acercaba a la playa, sintió que alguien le tocaba el hombro
D02: (molesta) ¿y tú? ¿qué haces acá?
A03: (sorprendido) ¿Daniela? ¿Y tú?
D02: (furiosa) ¿me andabas siguiendo?
A03: (extrañado) ¿a ti? No tenía idea que andabas acá, yo vine a pasear un rato.
D02: no me mientas
A03: ¿qué interés tendría en mentir?
D02: te está buscando medio Chile y vienes a un lugar lleno de marinos a pasear.
A03: (indiferente) sé cuidarme solo.
D02: mejor devuélvete a la casa, acá no hay nada que ver
A03: iré a Reñaca un rato y luego me voy a la casa, chao.
Antonio la deja hablando sola, cruza Jorge Montt y entra al minimarket del servicentro del sector, para pasar al baño. Espera un rato adentro, y cuando por fin va a salir, se da cuenta que Daniela estaba conversando animadamente en una mesa del lugar junto a un oficial de la Armada, por lo cual, se mantiene en la puerta del baño, sin que lo noten.
D02: ¿y qué novedades hay con respecto a los discos duros que traje?
Cap. Abar.: por ahora, nada. No logramos aún dar con las claves de los archivos
D02: yo iba a tener acceso a esos documentos antes, pero Martín los encriptó y se los llevó cuando desapareció
Capitán Abarzúa: ¿y no saben dónde se fue?
D02: no, él de un día para otro dejó el cuartel botado y se llevó todo lo que pudo. Sabía que había alguien infiltrado, y prefirió arrancar para que no lo siguieran
Cap. Abar.: ¿y cómo diste con Esparza y los otros?
D02: Esparza cometió el error de tratar de llamar a Martín desde Llay Llay, y como él ya no estaba, contestó Ignacio. Y él, sin querer, me dijo donde estaban y que iría a buscarlos, para llevárselos a su casa en Valparaíso. Ahí, un par de llamadas y búsquedas en Google, y di con la dirección completa.
Cap. Abar. necesitamos desencriptar esa información, para saber hasta qué punto habían llegado y luego destruir las pruebas
D02: yo estoy trabajando para obtener la clave con la que bloqueó esos archivos.
Cap. Abar.: toma (saca un pendrive del bolsillo). esto te puede servir
D02: ¿qué es?
Cap. Abar.: un virus, el que usamos en algunos computadores de la institución para bloquear la lectura de archivos.
D02: ¿pero ya no intentaron con esos?
Cap. Abar.: sí, pero sólo en equipos institucionales. Prueba si en uno de uso particular funciona.
D02: me da miedo perder todo luego
Cap. Abar.: (la toma de la mano) no te preocupes. Cualquier cosa, nos pasas tu notebook después y te lo dejamos como nuevo
D02: gracias, en serio (mira la hora), ya, me tengo que ir, para no levantar sospechas
Cap. Abar.: ¿y se ha sabido de nuevos movimientos de Esparza y Ramírez? Que se está pagando caro por sus cabezas, y estoy a punto de sacarte la dirección a la fuerza, para ir a buscarlos
D02: sí, pero en el día tratan de no estar en casa, para no levantar sospechas. Ah, y que Ramírez llegó ebrio anoche y terminó durmiendo en el baño.
Cap. Abar.: era buen elemento en el Ejército, qué lástima que haya terminado así
D02: ese va a ser su punto débil. Van a caer por ese lado.
Cap. Abar.: (le da un beso en la mano) espero vernos pronto
D02: (le quita la mano) gracias por todo.
Daniela sale del minimarket con rumbo desconocido, mientras el capitán Abarzúa se para y va al baño, donde se encontraba Antonio. Entra al lugar, se lava las manos, se acomoda su gorra y sale, mientras Esparza se escondía en el WC, mirando por la puerta si habían despejado el lugar. Cuando se asegura que ya está afuera, sale del cubículo, se mira al espejo, se lava la cara y se da fuerzas.
A03: otro traidor más. Ya ni en la propia sombra puedo confiar.
Antonio se retira rápido, camina hacia la calle, luego cruza a la playa, y se instala en una banca en plena costanera. Estaba en eso, cuando se sientan al lado suyo.
Tte. R: (sorprendido) ¿Esparza, qué haces aquí?
A03: (le hace el espacio) vine a recorrer la playa un rato
Tte. R: (lo reta) acá está lleno de motes, te van a pillar rápido, ¿por qué estás acá?
A03: quería conocer el sector
Tte. R: (lo toma del brazo) ya, vamos mejor
A03: ¿y tú, en qué andas?
Tte. R: vine a entrenar para este lado, hay máquinas de ejercicio, más espacio y más tranquilo. Ya, vámonos de acá.
Justo se estaban parando de la banca, y aparece la teniente Pinto, corriendo, desde la otra vereda
Tte. P: ¿Ramírez? ¿Esparza?
Antonio se sacó las zapatillas, las llevó en la mano y corrió en dirección a la playa, arrancó por el borde costero, mientras le perdió la vista a Ramírez y Pinto. Al final, producto de la adrenalina, ni siquiera se dio cuenta, ya había llegado hasta la avenida Perú, en pleno centro de Viña. Se tiró al piso, sin saber qué hacer ni dónde ir.