jueves, 25 de diciembre de 2014

1x00: Cambio de Andén.



Buenos días país deportivo, nos encontramos en las cercanías del Trópico de Capricornio, en el Norte Grande de nuestro país para cubrir la prueba tuerca más peligrosa del mundo, el Rally Dakar. En esta ocasión, cubriremos la etapa que empezará en Copiapó para llegar hasta la ciudad de Antofagasta, atravesando el Desierto de Atacama, el más árido de la Tierra.

En la largada, en Copiapó, estaba el teniente Ramírez, quién se inscribió en la categoría de Motos para correr en el Dakar. Presto y dispuesto para iniciar este tramo, con su vehículo, superando las dunas, las altas temperaturas y lo escarpado del terreno. Él, destinado a la II División de Ejército, infante, comando, paracaidista… las tenía todas. Este era un importante desafío en su carrera, y estaba preparado para todo. En su estadía en la Escuela Militar, lo bautizaron como el “Zorro del Desierto”, ya que venía de Calama y, más encima, era fanático de Cobreloa. Estaba como chancho en el barro.
En medio de la ruta, con tierra por todos lados, la moto del teniente Ramírez empezó a fallar. Y como las malas noticias no llegan solas, su sistema de navegación GPS se desactivó y quedó a la deriva en medio de la nada. A pesar de años y años de preparación para el combate, y las condiciones agrestes no eran extrañas para su formación, ahora no sabía qué hacer. A pesar de eso, se bajó de la moto, y con llave en mano, comenzó a revisar piezas para encontrar la avería.
Estaba en eso, cuando, a lo lejos, divisó una nube de polvo. Se paró raudo y colocó en guardia, como esperando algo malo. Vio la nube acercarse, y detrás, un grupo de cuatro camionetas y un camión, y con hombres armados en el pickup de las camionetas. Al llegar al lado del militar, los vehículos se detuvieron, y de uno de ellos, se baja un hombre vestido completamente de negro, encapuchado, y con una subametralladora al hombro. Apunta al oficial a la cabeza, quien sólo atina a colocarse las manos en la nuca y a esperar, con sangre fría, lo que podría pasar. Este hombre, quien lideraba el grupo, le hace señas a dos personajes que iban en una de las camionetas, para que tomen la moto de Ramírez y la suban a su vehículo, a lo que estos hacen caso. Acto seguido, toma del brazo al oficial, y se lo lleva en el camión, que abandona el lugar con rumbo desconocido.

Un par de horas demoraron en la organización del Rally en acusar recibo de la desaparición del teniente Ramírez, y así notificar a las autoridades correspondientes. La prensa le dio cobertura desde el primer momento a la noticia, contando su historia y analizando todos los antecedentes, los que eran bastante pocos. A miles de kilómetros de distancia, un joven estudiante recibe una llamada telefónica que podría cambiar el rumbo de esta historia.
Próxima estación, Santa Ana, lugar de combinación con Línea 2
Antonio (A03): (contestando el teléfono) Aló, ¿Sí?, Ya supe lo del teniente desaparecido en el norte.
Martín (M01): sí, en el Rally Dakar.
A03: ¿y crees que fueron ellos?
M01: mira, tengo la idea de que sí, pero no estoy muy seguro, así que no quiero afirmar nada.
A03: (lo interrumpe) mmm… tengo que bajarme, te llamo luego.
M01: cuidado con tus espaldas, creo que nos monitorean, pero les puse distractores, así que no nos preocupemos mayormente de esto.
A03: ok, comprendido.
M01: chao.

Antonio es un estudiante de periodismo, tiene 22 años, y durante los fines de semana trabaja como coordinador de ruta para Transantiago. Disfruta lo que estudia y aprovecha lo que trabaja, ya que cree que la calle, y la realidad, es una buena fuente de información. Antonio, para su carrera, realizó un informe detallado sobre las redes de poder de ciertas organizaciones y cómo estas alcanzan estamentos de Gobierno y empresas. Pero, para no levantar sospechas, lo realizó en clave ficción, onda Código da Vinci. Este trabajo, por el cual cosechó halagos, se viralizó en redes sociales y así logró conocer a Martín. Martín, estudiante de informática y de 20 años, ganó experiencia cuando adolescente, hackeando y consiguiendo bases de datos muy valiosas de algunas empresas, revisando y vulnerando sistemas de seguridad digitales. De esta forma, ayudó a Antonio con ciertos datos para su investigación, y desde ese momento, están trabajando juntos.

Antonio sale del metro, camina hasta Santo Domingo con San Martín y aborda un bus del servicio 508, rumbo a Cerro Navia. En medio de la ruta, recibe una misteriosa llamada telefónica de su compañero.

M01: Antonio, ¿estás bien?
A03: sí, ¿por qué, qué pasa?
M01: tengo información de que te están siguiendo. ¿Dónde estás?
A03: (mira por la ventana) voy en una 508, voy llegando a Mapocho con Neptuno.
M01: lo sospechaba.
A03: ¿por qué?
M01: ¿tienes un Smartphone? Revisa si tiene el GPS activado
A03: (toma el teléfono y mira sus opciones) no, para nada, ¿por?
M01: ¿tienes Twitter o Facebook?
A03: obvio, soy estudiante de periodismo, debo estar conectado a todo
M01: bueno, esas aplicaciones tienen geoetiquetado automático: o sea, donde publiques algo o escribas un tweet, van a asignarle un lugar en el planeta. Así, es súper fácil dar con tu paradero.
A03: entonces, ¿qué hago?
M01: por ahora, escúchame con atención: la Organización ya está sospechando de ti y tu investigación. Por eso, y para intentar prevenir cualquier intento de desmantelar sus propósitos, intentarán sacarte del mapa. Hay algunos de la Organización que están en la PDI, y te involucrarán en un caso de narcotráfico. Te están siguiendo los pasos. Es más, el bus en el que vas será interceptado en Cerro Navia, para detenerte y llevarte preso. Le van haciendo el seguimiento vía GPS.
A03: ¿Y cómo sabes todo? (se asusta) entonces, me bajo de inmediato
M01: espérame, espérame. ¿Tienes a la vista la patente del bus? Voy a intentar algo.
A03: (se para del asiento y mira hacia las cenefas del bus) uff, justo este bus no las lleva (mira un rayado con plumón en el techo), ¡acá la encontré!... ¿te lo dicto?
M01: dale, tengo el software listo
A03: Charlie-Juliet-Romeo-Whisky-Noveno-Quinto, ¿cuál es tu idea?
M01: ok, CJRW95. Tú, que trabajas en el Transantiago sabes lo fácil que es vulnerar su GPS, dame un momento… mmm, listo, ahora tu bus es un 501 que va llegando al Hospital Dipreca. Eso nos da un poco de tiempo.
A03: ¿qué hago entonces?
M01: mira, el bus va a pasar por avenida La Estrella. Cuando llegue al cruce con José Joaquín Pérez, te bajas frente a un terminal de buses. Ahí, intenta asomarte, con mucho cuidado, hacia J. J. Pérez, ya que, a la vuelta, el bus será bloqueado por la policía. Cuando eso ocurra, me llamas y vemos los pasos a seguir.
A03: comprendido, te llamo.
M01: ah, por mientras, te recomiendo que elimines todas las aplicaciones de redes sociales. Chao Facebook, chao Twitter, chao Instagram… ¿tienes Foursquare? Bórralo también, por si acaso.
Antonio se baja de la 508 como le indicó Martín, se asoma con mucho cuidado hacia la esquina de Pérez con La Estrella, y ocurre todo como le habían advertido: dos vehículos con balizas azules le bloquean el paso al bus. De estos, se bajan dos detectives, se suben a registrar la micro, y, a lo lejos, Antonio oye un grito de “No, aquí no está”. Ante esto, el joven corre por avenida La Estrella hacia el norte. Cuando se cansa, se detiene en el frontis de una casa, y siente una mano en su hombro.
Valentina (V05): Toñito, ¡tanto tiempo!
Era Valentina, compañera de curso del colegio y gran amiga suya en esa etapa escolar, quién, ahora era actriz y profesora de teatro.
A03: (sorprendido) ¡Vale! ¿Qué haces por estos lados? ¿Y qué ha sido de tu vida?
V05: estaba realizando unos cursos de actuación a niños vulnerables, ¿y tú, vives por acá o andabas paseando?
A03: me gusta recorrer Santiago, pero me tuve que bajar de la micro en la que venía, porque tenía ganas de comprar una bebida. Con esto de los trasbordos, puedo hacer estas tonteras.
V05: este sector igual es complicado, ¿vamos a servirnos algo?, así, aprovechamos de ponernos al día.
A03: ¡Vamos!, necesito pedirte un favor eso sí: ¿Me puedes prestar tu teléfono?, no tengo saldo en el mío, y tengo que hacer una llamada urgente.
V05: toma, pero con cuidado, que no me quedan muchos minutos.
A03: no te preocupes.
Antonio toma el teléfono de Valentina, toma el suyo, revisa y copia un número, y lo digita en el celular de su amiga.
M01: ¿quién habla?
A03: ¿Martín?, soy el Antonio. Oye, te hice caso. Y me encontré con una amiga, voy a salir con ella, cuando me desocupe, te aviso.
M01: (desconfía) ¿es de confianza?
A03: (relajado) no te preocupes, hablamos luego, chao (corta).
Valentina con Antonio suben a un bus en dirección al centro de Santiago, en el camino aprovechan de contarse de sus vidas, ella le cuenta de sus talleres a niños en riesgo social, y él de sus estudios en periodismo y su trabajo part time en las micros. Se bajan en Ahumada, y terminan sirviéndose hamburguesas en McDonald’s.
V05: supongo que tienes polola
A03: no, aún no, he tenido ciertas aventuras, pero no llegan muy lejos. ¿Y tú, tienes a algún compañero o tampoco?
V05: (incómoda con la pregunta) sí, se llama Alfredo, pero no quiero hablar de él ahora. Tuvimos una discusión y… (agacha la vista)
A03: (cambiando rápidamente de tema) ah ok (saca el celular y mira la hora). Oye, es tarde, ¿te voy a dejar a tu casa?
V05: déjame en el metro no más, de ahí me las arreglo.
Se levantan de la mesa, caminan hacia Ahumada y entran a la estación Universidad de Chile. Ya adentro, se despedían antes de que Valentina cruzara el torniquete. Estaban en eso, cuando, de repente, se oye un estruendo proveniente desde los andenes. En cosa de segundos, la estación quedó a oscuras y llena de humo. El griterío y el caos eran impresionantes. Antonio sólo atinó a abrazar a Valentina y arrinconarse al costado de un cajero automático. A los segundos, tomó del brazo a Valentina y, con la pantalla de su celular, se iluminó el camino. Caminó lentamente por la escalera, y logró llegar a la salida que está en la calle Nueva York.
Ya afuera, intentaba comunicarse con su familia, pero las líneas telefónicas estaban saturadas. La calle ya estaba llena de ambulancias, carros de bomberos, vehículos de la prensa. Un desorden casi apocalíptico. Al final, encontró una moneda en su bolsillo y el único teléfono público del sector estaba bueno, así que marcó el número de Martín y esperaba el tono de llamado.
M01: ¿aló, quién habla?
A03: ¿Martín? Habla Antonio, oye… (Martín lo interrumpe)
M01: ¡Martín! ¿Dónde estás? ¿Estás bien?
A03: ¿Qué mierda pasó? Estaba en el metro…
M01: ¿En el Metro? No me digas que estabas en Universidad de… (Antonio lo interrumpe)
A03: sí, en el metro de la “Chile”. Pero estoy bien, estoy acá afuera, en calle Nueva York. Está la escoba con los vehículos de emergencia, el taco, los periodistas, todo.
M01: me lo imagino. ¿Estás bien?
A03: sí, estaba con la Valentina, justo la iba a dejar en la estación y explotó todo.
M01: ¿ella está bien?
A03: sí, por suerte no alcanzó a entrar, está conmigo, un poco asustada.
M01: ok, encárgate de ella y luego me llamas. Hay que reunirse urgente. Siento que son los de la Organización los que están detrás de todo esto.
A03: comprendido, la voy a dejar y te aviso.
M01: ok, chao (corta)

Valentina se encontraba sentada en la escalinata del Club de la Unión, abrigada y aún temblando. Antonio saca una botella de Coca Cola que tenía en el bolso y le convida un sorbo.
A03: ¿te voy a dejar a tu casa? ¿Dónde vives?
V05: (aún asustada) mejor me iré con mis papás, ellos viven acá cerca.
A03: pero… ¿te voy a dejar?
V05: por favor.
Ambos se paran y caminan rápido por el centro de Santiago, esquivando gente que se asoma a mirar, vehículos de emergencia, tacos, de todo. A un par de cuadras de ahí, cerca de Santa Ana, Antonio deja a Valentina en el hall de un edificio.
V05: (ya más repuesta) ¿nos vamos a volver a juntar?
A03: de todas maneras, pero primero tranquilízate y descansa un rato.
V05: (toma una boleta de su bolsillo y anota un teléfono) toma, ahí tienes mi celular. Llámame apenas puedas
A03: (guarda el papel en su bolso) de todas maneras, estaremos en contacto.
Ella le da un beso en la mejilla y se va corriendo al ascensor del edificio. Él, camina en dirección hacia el puente Huérfanos y se pone a observar la ciudad. El panorama era desolador: gente caminando por las calles de puro miedo, sirenas y balizas a lo lejos. En esto, toma su celular, le coloca audífonos y enciende la radio
Buenas noches a todos, continuamos con nuestra transmisión especial, les recordamos a nuestros auditores que, a eso de las 20:30 un artefacto explosivo detonó al interior de un tren en la estación Universidad de Chile del Metro de Santiago, dejando, hasta el momento, 5 muertos, y un número aún indeterminado de heridos, los cuales, están siendo derivados a distintos centros de salud de la capital. A continuación, tenemos un despacho en directo con nuestra periodista…
En eso, marca el número de Martín.
M01: ¿Antonio? ¿Dónde estás? Te necesito acá ahora.
A03: estoy en Huérfanos, donde está el Registro Civil, ya dejé a Valentina en casa de sus padres.
M01: hay que cuidarla, ella fue testigo del atentado y van a querer buscarla.
A03: ¿qué dicen del bombazo? ¿confirmaron lo del atentado?
M01: mira, en la prensa se han hecho un festín con el tema. Se habló hasta de una falla del metro
A03: sh… era lo más fácil de descartar
M01: sí, pero ya lo descartaron. Ahora ya se habla de atentado, se mencionan a grupos anarquistas, a subversivos cesantes después de la dictadura y hasta de terroristas islámicos, pero desde el Gobierno han sido bien herméticos.
A03: es lo mínimo. ¿Han dicho algo más?
M01: sí, que es cosa de horas para que decreten Estado de Sitio. Y con lo que eso implica: control absoluto en el libre tránsito y las comunicaciones. Algo que a los de la Organización les encanta.
A03: hay que moverse con cuidado.
M01: por lo mismo, debes venirte a la oficina lo antes posible.
A03: para allá voy.


Antonio llega a la oficina. Ahí, Martín estaba instalado entre monitores tipo UOCT, mirando la televisión y otras pantallas donde recibe información. Él, se quedó pegado mirando uno de los monitores, donde se veía la transmisión de TVN, cubriendo la noticia.
M01: (revisando su computador) no me está gustando esto.
A03: ¿qué está pasando, Martín?
M01: van a controlar el internet, voy a tener problemas para seguir monitoreando todo, pero antes, recabaré la mayor información posible. ¿Alcanzaste a ver algo en el Metro? ¿Cómo fue todo?
A03: fue bien impactante, íbamos entrando a la estación, y cuando la Vale iba a cruzar los torniquetes, explotó el vagón. Vimos harto humo y se apagó todo, pero no como para tantos muertos y heridos.
M01: aunque fue en hora punta tarde, igual anda harta gente allá.
A03: era extraño, porque no se veían muchos pasajeros.
M01: ya, ahora hay que concentrarse en los pasos a seguir. Tenemos que investigar algunos datos del atentado y cómo su ejecución puede conectarse con el secuestro del oficial y la Organización.
A03: pero, ¿se pueden relacionar o no hay cómo?
M01: tengo una teoría, pero no sé me ocurre como unir ambos hechos. Esa va a ser tu tarea.
A03: ¿pero cómo?
M01: eres casi periodista, puedes conseguir antecedentes… no sé, fotos, videos, necesito información de cómo se realizó el atentado, qué tipo de explosivo se usó, ese tipo de cosas. Algo debe haber ahí que nos lleve hacia el teniente que raptaron en el Dakar y hacia algún plan de la Organización. ¿O crees que es coincidencia que en menos de 24 horas siembren el terror de esta forma?
A03: (un poco atareado) ya, ya, ya… entonces, tengo que intentar construir la historia, como lo hice con el texto para la universidad.
M01: algo así.
A03: oye, pero no puedo descuidar los estudios ni mi trabajo, dependo de uno para pagarme el otro, y dependo del otro para poder avanzar en la investigación.
M01: pero estamos en verano, hay algo de tiempo. Además, con la conmoción pública, ten por seguro que la labor periodística va a estar más coartada que en Dictadura
A03: ¿y mi trabajo?
M01: eso te puede servir, la calle es una importante fuente de información. Por eso el “correo de las brujas” muchas veces es más efectivo y rápido que Twitter u otra red social.
A03: ¿y el plan de acción?
M01: Valentina, tu amiga, será de importante ayuda. Además, en esto no estamos solos. Somos muchos los que estamos detrás apoyando con información y logística.
A03: ¿logística?
M01: ¿o cómo crees que financio todo esto? Luego habrá tiempo de conocer al resto de la gente. Por ahora, sólo necesito tu apoyo en la información. Yo te voy a colaborar, ya estoy recopilando fotos de redes sociales de gente que estaba, a la hora del bombazo, en el andén de Universidad de Chile. Y ya te tengo novedades con respecto a eso, porque el modus operandi es bien extraño. Con decirte que el tren iba vacío: se lo llevaban a talleres por una falla previa.
A03: (sorprendido por la confesión) eso ahorró la cantidad de muertos posibles de manera bien notoria.
M01: por lo mismo, me parece que intentan meter miedo y llevar a un ambiente de terror, pero sólo superficial. Algo esconden. Por eso necesito más antecedentes.
A03: (acordándose de algo) oye, tú me mencionaste lo del celular, ¿qué hago?
M01: presta tu teléfono (Antonio se lo entrega, Martín lo toma, toma un cable y lo conecta a su PC, y le conversa mientras trabaja en el computador), voy a actualizarte el software del equipo, bloqueando cualquier seguimiento satelital o georreferenciado. Estas cosas vienen con GPS automático de fábrica, aunque uno lo desactive, igual te triangulan la señal en el mapa y te ubican como sea. Estábamos entregando demasiada información. Te recomiendo deshacerte de la tarjeta SIM y comprarte una nueva, de preferencia, vía Persa Bío Bío o algo así de irregular. (desconecta el equipo, le retira la batería, le saca la tarjeta SIM entregándosela a Antonio y luego repone la batería y conecta todo de nuevo). Tu celular ya estaba “pinchado”, así que te conviene cambiar de número y esas cosas. Veré la posibilidad de conseguir teléfonos en el extranjero, y con algunos hackeos, dejarlos para utilizarlos acá sin tanto bloqueo imbécil.
A03: ¿y para qué tanta ubicación e información?
M01: a la Organización le gusta manejar datos. Trabajar con estos datos. Los datos son el oro del futuro. El que maneja más información y sabe utilizarla puede hacerse millonario. Ellos quieren acaparar todo, y como tienen intervenidas grandes corporaciones, pueden meter mano a este tipo de artefactos y así obtener antecedentes de quién eres, donde te mueves, qué comes, qué compras, todo.
A03: (mira extrañado) ¿tan así? ¿no estarás viendo muchas películas o escuchando a Salfate?
M01: he investigado cosas que realmente te asustarían, pero todo a su momento. Por ahora, te recomiendo que duermas, descanses, te repongas, porque el día ha sido bastante pesado, y ya mañana te pongas manos a la obra. Hay que construir esta historia lo antes posible para rescatar al teniente Ramírez y desarmar el plan de la Organización. Y tal vez, salvemos el planeta.
A03: (a punto de reír) ¿no estarás hablando en serio… o sí?
M01: (molesto) tómalo como quieras, si te pedí venir acá es por algo. Además, acabas de salvarte de ser detenido por la PDI acusado de algo que no hiciste, y más encima, arrancaste por poco de un atentado terrorista. No creo estar tan equivocado.

Antonio deja la oficina de Martín mirando para todos lados. En su bolsillo tenía la tarjeta SIM del celular que le recomendaron eliminar y el papel con el teléfono de Valentina.
A03: (pensando en voz alta) fue un día de locos. Realmente.
Empieza a caminar por la calle. Estaba inusualmente desierta. A lo lejos, observa un bus del Transantiago acercarse. Antes que el bus pase por su lado, toma el chip y lo lanza directo a las llantas del vehículo, el que, con sus toneladas de fierros y fibra de vidrio, tritura el pedazo de plástico. Lo bueno es que estaba a unas cuadras de su casa.
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Se agradecen comentarios. Pronto el siguiente capítulo.
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1 comentario:

  1. hasta ahora esta bueno, en serio tiene su historia , y tambien tiene drama y una historia como la corrupcion por parte de los gobiernos y organizaciones ...

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